Ayer había más gente que el domingo anterior en Torre de Santa María, porque la población está "despertando poco a poco". La reivindicación era la misma: evitar la instalación de un Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos radiactivos de alta intensidad en Albalá. Los vecinos de la comarca de Montánchez, en la que se integra el municipio extremeño candidato, volvieron a salir ayer a la calle para decir una vez más "no" al cementerio nuclear al que optan otras ocho poblaciones. Unas 600 personas, según la policía local, y más de un millar para la organización, mostraron a los vecinos de Albalá, que encabezaron la protesta, su apoyo.

Sin la presencia, ya anunciada, del presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, y el líder popular, José Antonio Monago, que rehusaron asistir porque ya han expresado su postura contraria en la Asamblea, justificaron, los que no faltaron fueron decenas de vecinos de la comarca principalmente y la veintena de alcaldes de los municipios que la integran, exceptuando, claro está, la corporación de Albalá. Representantes del ejecutivo regional socialista, entre ellos el presidente de la Diputación de Cáceres, Juan Andrés Tovar; así como concejales del PP, Los Verdes e Izquierda Unida con su coordinador, Pedro Escobar, también hicieron constar el rechazo con su presencia.

"Extremadura no quiere más basura" y así lo hicieron saber a gritos y con pancartas los manifestantes desde la casa de la cultura hasta la plaza. "Con estos bidones se nos mueren los lechones" y "los que son naturales sin residuos nucleares", fueron otros lemas vitoreados.

Al término de la marcha, el alcalde de Montánchez, Juan Alcázar, mostró el apoyó del municipio a los vecinos de Albalá y pidió que continúen las protestas para evitar que el almacén nuclear se instale en la comarca. Y así será, puesto que el viernes es la próxima cita de los manifestantes en Albalá, donde se creará una plataforma ciudadana contra el ATC y se decidirá la próxima salida, que en breve será en este municipio donde esperan reunir cada vez a más afines. "Extremadura no quiere un cementerio nuclear y la clave está en los vecinos que lo declaran y el consenso político", aseguró Concepción Polo, presidenta de la Mancomunidad Sierra de Montánchez, una de las organizadoras de la concentración.

Escobar echó en falta a los líderes del PSOE y PP, puesto que a su juicio "la decisión del Parlamento no garantiza que el ATC no se instale. A este rechazo hay que sumar las grandes movilizaciones en la calle para que el Gobierno se lo piense más, porque todos los parlamentos están en contra". Según Polo "están haciendo las gestiones donde las tienen que hacer, que es donde nosotros no llegamos". Los motivos del rechazo son unánimes: los riesgos para la población y la apuesta por el desarrollo de la economía sostenible, cuyo pilar fundamental es el medioambiente. Y así lo explicó Jesús Valiente, de Adenex, que instó al Ministerio de Industria a "dar marcha atrás porque no hay consenso social".

La ausencia de los líderes políticos no extrañó a la coordinadora de Ecologistas en Acción. Según Francisca Blanco, "a Vara y Monago no les quedará más remedio que salir a la calle cuando haya los 15.000 manifestantes que reunieron en Guadalajara el sábado", por la candidatura de Yebra y en la que participó el presidente de la comunidad. Unas cifras que no se alcanzan por ahora en la región puesto que "en Yebra sabían con tiempo que iba a ser candidata y en Albalá ha habido oscurantismo y secretismo hasta el último momento". Es otro de los motivos más criticados por los vecinos. Algunos incluso dicen que la corporación de Albalá está obstaculizando las acciones y presionando a los vecinos.