La protesta del sector del corcho del miércoles en Mérida, que concentró a centenares de personas a las puertas de la Presidencia de Extremadura, se saldó con cinco policías lesionados, de los cuales uno ha causado baja en el servicio, según la Unión Federal de Policía (UFP).

En un comunicado, este sindicato policial denuncia que los agentes "se vieron desbordados por la numerosa afluencia de personas y por la actitud agresiva de algunos de ellos".

La UFP lamenta que los policías, la mayoría pertenecientes al Grupo Operativo de Respuesta de la Brigada Local de Seguridad Ciudadana de la Comisaría de Mérida, "no pudieron hacer frente de manera eficaz a los ataques de los manifestantes agresivos, con unas mínimas garantías de seguridad y autoprotección".

En ese sentido, considera que este grupo operativo de respuesta no tiene la formación adecuada y continua en orden público y manejo de material antidisturbios, por lo que pide la creación de un Grupo de Prevención y Reacción (UPR) para la Comisaría de Mérida, unidades que están especializadas y preparadas para acometer este tipo de servicios de orden público.

La Unión Federal de Policía recuerda que Mérida, al ser la capital de Extremadura, suele acoger manifestaciones y concentraciones debido a que en la ciudad se encuentran las instituciones del Gobierno de la Comunidad Autónoma y el Parlamento regional. Además, Mérida cuenta con un equipo de Segunda División B, que atrae a un numeroso público a los partidos de fútbol y con la existencia de un grupo ultra radical entre sus aficionados, las Legiones Sur, que han protagonizado incidentes violentos en numerosas ocasiones, recuerda el sindicato policial en su nota.

Esto provoca, según la UFT, que al mes la comisaría de Policía de Mérida tenga que hacer frente, como mínimo, a una media de siete incidencias de orden público.

Además, especifica que debido a su situación geográfica, la capital extremeña se encuentra a una distancia ideal para poder auxiliar con una unidad de este tipo a las comisarías locales de Don Benito-Villanueva, Almendralejo y Cáceres, e incluso para apoyar a la UPR de Badajoz en caso de necesidad.