La ubicación del "aeropuerto de Extremadura, no de Cáceres" se ha convertido en la mayor incógnita de un proyecto que ya tiene cifras macroeconómicas pero que aún no ha decidido cuál es el mejor lugar para instalarlo. "No es tan fácil", reitera el presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ya que el problema estriba en la gran superficie de zonas protegidas que hay en la provincia cacereña. En todo caso, se manejan "seis o siete alternativas" todas ellas en el entorno de la ciudad de Cáceres, siempre en un lugar en el que no se perjudique a la flora, la fauna y la habitabilidad de los ciudadanos. Lo cierto es que la zona de La Cervera, como se ha apuntado meses atrás, está descartada, porque "es una zona muy protegida", aclara Ibarra.

Los expertos apuntan las primeras radiografías de la instalación. Sería como los de Granada, Santiago de Compostela, Valladolid, Santander o Vigo, con una pista de 2.500 metros de longitud en una primera fase para aviones del tipo Airbus 320 o similares, aunque el estudio plantea llegar a los 3.000 metros en una segunda fase y aeronaves de mayor capacidad.

En este caso podrían aterrizar aparatos de fuselaje ancho, según el ingeniero aeronáutico de la consultora Técnicas Reunidas, Miguel Angel Benlloch, que hizo ya un estudio hace 26 años para este mismo asunto también en Cáceres "y que entonces no pudo ser". Este profesional lleva años trabajando en proyectos de este tipo y, por ejemplo, ha participado en el de la Terminal 4 de Barajas.

Otra cuestión ya cifrada es que al menos se necesitan 350 hectáreas de superficie para ubicar la pista, al margen de infraestructuras auxiliares que puedan nacer alrededor de la misma, como por ejemplo un parque empresarial, para lo cual se necesitarían entre 700 y 800 hectáreas, asegura este especialista.

Sin grandes distancias

En una instalación de este tipo, una distancia de entre 20 o 40 kilómetros, o un desplazamiento de diez minutos, carece de importancia, según los autores del estudio.

Sin embargo, el aeropuerto debe contar con las dependencias suficientes como para adecuar sin problemas las flotas de las compañías, al menos durante los 25 años siguientes a la apertura del mismo, años previstos inicialmente para que trabaje la instalación.

En todo caso apunta a modo de ejemplo la importancia de que se instalen compañías de bajo coste junto a Cáceres. "Un vuelo de Iberia, de ida y vuelta, de Londres a Granada, cuesta hoy 45 euros".