Han pasado tres días desde que apareciera muerto en su domicilio de Logrosán el empresario Alfonso Triguero y los investigadores aún no han logrado determinar qué ocurrió esa madrugada. Sin embargo, se muestran convencidos de que el resultado de la prueba de la parafina , que permite detectar pólvora en la ropa, es la clave del caso.

Por este motivo, hoy mismo, agentes cacereños se desplazarán al laboratorio que la policía científica tiene en Madrid con el fin de agilizar los resultados de dicha prueba, según confirmaron a este diario fuentes cercanas a la investigación.

La prueba de la parafina le ha sido realizada a la ropa que la madrugada del lunes llevaban el fallecido y la mujer y el hijo de este, al parecer las tres únicas personas que se encontraban en ese momento en la vivienda.

Además de esta prueba, los investigadores del crimen también están pendientes de identificar las huellas dactilares halladas en la puerta de entrada a la vivienda, otra prueba que también puede ser clave para averiguar qué ocurrió ese noche.

De momento, los agentes de la Guardia Civil no descartan por completo ninguna hipótesis sobre la muerte de Alfonso Triguero, aunque las que menos fuerza tienen, según avanzó el martes la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, son el robo (la familia declaró que del domicilio faltaban unos 4.000 euros) y el ajuste de cuentas. Los investigadores no descartan tampoco el suicidio, pero es una hipótesis lejana.

Entre tanto, ayer declararon ante la juez de Logrosán que lleva el caso, Raquel Vicente Andrés, la mujer, los dos hijos y el yerno de la víctima, si bien no ha trascendido si ratificaron lo dicho el lunes a la Guardia Civil, ya que la titular de este juzgado de instrucción ha declarado el secreto del sumario.

Cabe recordar que Alfonso Triguero quedó malherido en la madrugada del pasado lunes a consecuencia de un disparo en el vientre cuando se encontraba en la cama junto a su esposa, falleciendo cuando era trasladado al hospital. El disparo provenía de una escopeta propiedad del yerno de la víctima, que según declaró éste había dejado a su cuñado para que fuera a una montería el fin de semana pasado. El arma del crimen fue hallada en el interior del domicilio de la familia Triguero.