La decisión de la Consejería de Educación de establecer en junio, en lugar de en septiembre, los exámenes extraordinarios para los alumnos de ESO que hayan suspendido alguna asignatura ha dividido a la comunidad educativa extremeña. Actualmente hay tres bandos.

En uno, la Federación Regional de Asociaciones de Padres de Alumnos (Freapa), mayoritaria en la enseñanza pública, apoya sin matices que no haya pruebas tras el verano y que los aprobados y suspensos se sustancien antes del 30 de junio. En el polo opuesto los sindicatos CSI-CSIF y Anpe (este último de profesores) y la Confederación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos (mayoritaria en la enseñanza concertada y privada) afirman que volver a examinar a pocos días del suspenso resta posibilidades a los alumnos, y se decantan por las pruebas en septiembre.

En una postura intermedia, CCOO indica que, en las actuales circunstancias, es mejor que el examen sea en junio, pero también sería viable en septiembre si el sistema educativo público garantiza la disponibilidad de profesores de apoyo durante el verano.

Por gremios , en el de los padres, Rafael Delgado, presidente de Freapa, indicó que examinar en septiembre rompe la posibilidad de evaluación continua; genera problemas organizativos en los centros, al coincidir las pruebas extraordinarias de ESO con las de Bachiller, y trae quebraderos de cabeza a los padres, que no podrían reservar con tiempo los libros de texto.

Además, indicó que introduce un elemento de desigualdad social, "porque hay padres que se preocuparían por que sus hijos estudiasen en verano y otros que no, y los niños de estas últimas familias estarían discriminados". Asimismo, explicó que si el examen final de ESO se realiza a mediados de junio, se dispondría de quince días para la prueba extraordinaria "con apoyo del profesor", lo que daría mayores garantías.

En el lado opuesto, Concapa sostiene que examinar a los pocos días de suspender "conllevaría en la práctica anular los efectos que la prueba pretende evitar", que es que los alumnos puedan comenzar el curso siguiente sin asignaturas pendientes.