Absolutamente inútil y torpe para las empresas y los autónomos y tremendamente dañina para los trabajadores". Este es el balance del año de la última reforma laboral que realiza el portavoz de Economía y Empleo del PSOE de Extremadura, Miguel Bernal. En Mérida, el socialista precisó ayer que "un año después se puede decir, sin paliativos de ningún tipo que la reforma fracasa en los objetivos declarados", y sin embargo "triunfa en sus objetivos ocultos", que no eran otros que los de "abaratar el despido y abrir las puertas a los trabajadores en las empresas, pero no para entrar, sino para salir", sentenció Bernal.

Según los datos presentados, antes de la nueva legislación había en la región 19.800 menores de 25 años trabajando y a día de hoy son 18.900, casi mil menos. Así, los jóvenes parados han pasado de 28.700 antes de la reforma a 29.700; mientras que los parados de larga duración han pasado de 78.800 en enero del 2012 a 96.700 en la actualidad, por lo que "tampoco parece que aquí la reforma laboral haya hecho nada positivo, sino que ha empeorado la situación de trabajadores en general y de los jóvenes y parados de larga duración en particular", indicó el portavoz del PSOE.

Ante estas cifras, Bernal aseveró que la reforma laboral "no ha ayudado a crear empleo, ni a reducir el paro en la región"; más bien, insistió "ha afectado negativamente a la calidad del empleo, ya que lo contratos indefinidos han caído un 3% y también han descendido los salarios".

En la misma línea, el coordinador regional de IU, Pedro Escobar, precisa que esta reforma "ha tenido los efectos esperados", tanto en destrucción de empleo como en precariedad laboral. "Como antes la del señor Zapatero, la última reforma laboral ha tenido los efectos previsibles por los sindicatos y por Izquierda Unida". Para Escobar, abaratar el despido "no ha hecho aumentar las contrataciones, sino solamente las listas de desempleados".