El compromiso por buscar el consenso de los grupos parlamentarios socialista y popular marcó ayer la puesta en marcha de la comisión que estudiará el Gran Pacto Social y Político de Reformas por Extremadura, que se constituyó en la Asamblea presidida por su presidente, Juan Ramón Ferreira. Para el PSOE, el acuerdo desembocará en un "documento político de fondo" e "inédito" que debe contribuir, según el portavoz socialista, Ignacio Sánchez Amor, a evitar "las dificultades que estamos atravesando". En ello coincidió su homóloga popular, Teresa Angulo, que incidió en la necesidad de incluir en esta iniciativa "medidas concretas", que incluyan "fecha, plazo de ejecución y presupuesto".

A juicio de Angulo, esto último es lo que están esperando los ciudadanos y "no solo un documento cargado de buenas intenciones". Así lo demuestra, aseguró, el escaso interés ciudadano que ha despertado este asunto hasta ahora. Sin embargo, Sánchez Amor puntualizó que pocas aportaciones ciudadanas (este diario publicó ayer que solo ha recibido una veintena) no se traducen necesariamente en pocas expectativas y consideró que precisamente si algo esperan los ciudadanos son "acuerdos básicos en materias importantes". A buscarlos se comprometieron en cualquier caso ayer los dos grupos, a los que Ferreira instó a definir en una próxima reunión el ritmo de trabajo de la comisión.