El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó ayer la resolución de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente por la que se formula la declaración de impacto ambiental favorable para el proyecto de Almacén Temporal Individualizado (ATI) que la Central Nuclear de Almaraz proyecta en sus instalaciones. Tal y como adelantó el pasado martes este diario, el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ha decidido dar el visto bueno a esta construcción, por lo que, tras obtener en septiembre la aprobación del Consejo de Seguridad Nuclear, solo resta ya la autorización del Ministerio de Energía y la licencia de obras del Ayuntamiento de Almaraz.

El objetivo de la central es poder comenzar las obras del almacén, en el que se depositará el combustible gastado que actualmente se guarda en las piscinas de sus dos reactores, a inicios del próximo año para finalizar así los trabajos en los primeros meses del 2018. Para el primer semestre de ese año está prevista la primera carga.

El ministerio ha decidido dar el ok a la evaluación ambiental al concluirse que, «previsiblemente» el almacén «no producirá impactos adversos significativos», ya que, aduce, queda «adecuadamente protegido el medio ambiente y los recursos naturales, siempre y cuando se realice la alternativa seleccionada en el estudio de impacto ambiental, y en las condiciones señaladas en la presente resolución». Entre las alegaciones que se habían presentado, están las de la Junta de Extremadura.

La resolución, de quince páginas, hace un repaso por los elementos ambientales significativos del entorno del proyecto, donde se destaca que el área de estudio no se encuentra incluida en la Red Natura 2000, si bien se localiza a 200 metros de la Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) del Embalse de Arrocampo, una zona de rica biodiversidad. No obstante, se señala que los impactos significativos de la alternativa elegida quedan «circunscritos a un entorno muy próximo a su emplazamiento».