Todos los caminos llevaron a Virginia León Barrena hasta Roma. Al menos esa es la impresión de esta segedana de 28 años que trabaja en la restauración de la pintura mural del palacio Pallavachini-Rospigiosi en la ciudad de las siete colinas. Un trabajo que consiguió a raíz de su participación en el programa de movilidad Quercus donde aterrizó tras una Erasmus también en Italia y un tiempo desarrollando diversos trabajos en Irlanda.

Al igual que Virginia, 190 recién titulados universitarios de Extremadura tendrán la oportunidad de realizar prácticas laborales en organizaciones o empresas de una docena de países europeos el próximo curso. El 15 de marzo finaliza el plazo para que los interesados en optar a una de estas becas financiadas por el Programa Sectorial Leonardo da Vinci de la Comisión Europea presenten su solicitud. Fundecyt gestiona en la región el programa Quercus, que cofinancia la Junta de Extremadura. Una oportunidad que para Virginia supuso el trampolín a un trabajo con el que disfruta y para otros "una experiencia excelente" aunque hasta ahora "no me ha servido para encontrar trabajo relacionado con mi formación académica", dice Manuela Acevedo que hizo sus prácticas en Portugal. En cualquier caso, según Amalia Vegas --también becada con una Quercus-- "es un punto importante en mi currículum". Ramón Peña, por su parte, tras finalizar sus prácticas de seis meses en la empresa alemana que le asignó Quercus, prolongó un año más su relación laboral con esa entidad.

La aventura internacional de Virginia León comenzó con una Erasmus en Italia mientras estudiaba en Granada Bellas Artes. Tras graduarse situó su "campamento base" en Irlanda donde tenía un trabajo que le "proporcionaba el capital" necesario para poder viajar. Allí hizo un curso multimedia para el diseño de páginas web y buscó prácticas en empresas relacionadas con su formación. Fue entonces cuando se cruzó Quercus en su camino. "No era lo que había pedido pero como había estudiado Bellas Artes me propusieron trabajar para una empresa de restauración en Roma. ¡Restauración en Roma!, no lo podía rechazar".

Llegó allí en mayo del 2006 y una vez concluida su beca, en el mes de noviembre, le ofrecieron la oportunidad de trabajar en la restauración de la pintura mural de un palacio. Tarea en la que sigue inmersa. "Opciones como Quercus es una manera de dar rienda suelta a todos los años de estudio. Y siendo en el extranjero se te abre un abanico de posibilidades laborales y personales. Tienes dos trabajos, el de las practicas y el de descubrir un mundo nuevo", asegura Virginia.

Amalia Vegas es ingeniera técnica agrícola y vivió su beca Quercus en la localidad austriaca de Shauer Maschinenfabrik. "No puedes elegir destino por lo que cuando me ofrecieron una beca en Austria vi la posibilidad de aprender alemán y perfeccionar mi inglés ya que este era el idioma que se usaba en el trabajo. Además está en el centro de Europa y podría viajar bastante", explica. Ahora hace un año que volvió --terminó el 11 de marzo del 2007-- y aunque lleva más de un mes buscando trabajo cree que esta beca "supone un punto importante en su currículum". En la empresa austriaca en la que trabajó participaba en la realización de algunos proyectos de alimentación animal, trataba con distribuidores españoles, con potenciales clientes latinoamericanos, hizo de intérprete y tradujo textos de todo tipo "incluso de software de maquinarias", recuerda. "Mi día a día era trabajar, luego academia de alemán, gimnasio o un viaje a una ciudad cercana. Pero los fines de semana procuraba viajar. A menos de tres horas tenía Munich, Viena, Tirol o Praga y lo aproveché".

Amalia asegura que muy pronto se sintió una más en la empresa. "Tenía unos compañeros muy atentos", dice. No obstante echó de menos un contacto más cercano fuera del entorno laboral, "las cañitas de después de trabajar". "Hay un silencio tremendo en todos sitios pero a lo que más me costó adaptarme fue a los horarios. Salía de trabajar y todo estaba cerrado, nadie por las calles...¡a las cinco de la tarde!". No obstante, también encontró allí a su familia en un grupo de españoles.

Por su parte Ramón Peña, también ingeniero agrícola, quería vivir la experiencia de disfrutar de una estancia en el extranjero tras terminar sus estudios, y la Quercus le ofreció el camino que buscaba. Trabajó en un centro de transferencia de tecnología en el norte de Alemania como porject manager food technology & bio process engineering . "Me dieron bastante libertad y confianza por lo que me sentí cómodo". Y respondió a esa confianza ya que tras concluir su experiencia con Quercus siguió trabajando un tiempo para esa empresa.

Pero al margen del terreno laboral, al igual que la conocida Erasmus, estos becados conocen otras culturas. "Los alemanes son mucho más abiertos de lleva más de un mes buscando trabajo cree que esta beca "supone un punto importante en su currículum". En la empresa austriaca en la que trabajó participaba en la realización de algunos proyectos de alimentación animal, trataba con distribuidores españoles, con potenciales clientes latinoamericanos, hizo de intérprete y tradujo textos de todo tipo "incluso de software de maquinarias", recuerda. "Mi día a día era trabajar, luego academia de alemán, gimnasio o un viaje a una ciudad cercana. Pero los fines de semana procuraba viajar. A menos de tres horas tenía Munich, Viena, Tirol o Praga y lo aproveché".

Amalia asegura que muy pronto se sintió una más en la empresa. "Tenía unos compañeros muy atentos", dice. No obstante echó de menos un contacto más cercano fuera del entorno laboral, "las cañitas de después de trabajar". "Hay un silencio tremendo en todos sitios pero a lo que más me costó adaptarme fue a los horarios. Salía de trabajar y todo estaba cerrado, nadie por las calles...¡a las cinco de la tarde!". No obstante, también encontró allí a su familia en un grupo español.

Por su parte Ramón Peña, también ingeniero agrícola, quería vivir la experiencia de disfrutar de una estancia en el extranjero tras terminar sus estudios, y la Quercus le ofreció el camino que buscaba. Trabajó en un centro de transferencia de tecnología en el norte de Alemania como porject manager food technology & bio process engineering . "Me dieron bastante libertad y confianza por lo que me sentí cómodo". Y respondió a esa confianza ya que tras concluir su experiencia con Quercus siguió trabajando un tiempo para esa empresa. Pero al margen del terreno laboral, al igual que la conocida Erasmus, estos becados conocen otras culturas. "Los alemanes son mucho más abiertos de lo que pensaba, con un sentido de la responsabilidad a una edad temprana y más concienciados con el medio ambiente", dice. En definitiva, "aconsejaría a todos los recién titulados que se pongan en contacto con los organizadores de Quercus y aprovechen esta oportunidad".

La vivencia Quercus de Manuela Acevedo transcurrió en la localidad lusa de Zambujeira do Mar. Tras los seis meses de prácticas concertados a raíz de esta beca, prolongó tres más su trabajo para una empresa dedicada a la producción de plantas ornamentales. Tuvo suerte.

Virginia León alerta que no todos tienen tanta suerte como ella: "hay empresas que se aprovechan de la situación del recién licenciado. Propongo que se haga una investigación más exhaustiva a la empresa antes y durante de la estancia del becario". A tomar notar.