Acorex cambia de decisión de nuevo. El primer grupo cooperativo agrario de Extremadura no construirá en Vivares la fábrica para procesar 200 millones de kilos de tomate por campaña, como se aprobó en su consejo rector y en la asamblea general de hace dos semanas. El pasado viernes, los socios de Acorex dieron marcha atrás ante la falta de soporte financiero para una "inversión de gran escala" y, lo que es peor, por las luchas localistas entre Santa Amalia y Miajadas por el lugar de ubicación.

La anterior dirección del grupo se comprometió el pasado año a que la nueva industria, que supondría una inversión de 13 millones de euros, se levantase en Miajadas. Ante los resquemores que esta posibilidad suscitó entre los agricultores de Santa Amalia, la nueva dirección de Acorex tiró por la calle del medio y barajó otras posibilidades, como Conquista del Guadiana y Vivares, opción ésta que recibió el OK.

Una vez aprobado esto, la misión del presidente de Acorex era poco menos que titánica: comunicarle a los 500 socios de la cooperativa San Isidro de Miajadas --que él mismo preside y que es una de las 43 de Acorex-- que con su dinero iba a construir una fábrica en el pueblo de al lado. Entre el público se encontraba como socio el alcalde, Vicente Llanos, quien montó en colera.

El presidente de Acorex, Matías Sánchez, indicó ayer a este periódico que el motivo para descartar Vivares es que el solar presentaba problemas por la calidad del suelo --es un arrozal que obligaba a hacer grandes movimientos de tierras-- y por la dificultad para el abastecimiento eléctrico.

Pero el problema de fondo es que la inversión se ha ido al traste por una trifulca localista. La industria proyectada hubiese permitido a los productores procesar su propio tomate, dar empleo a más de 200 personas en campaña y generar gran riqueza en la zona. Acorex sopesa apoyar la construcción de dos plantas menores en Santa Amalia y Miajadas.

TRANQUILIDAD EN EL SECTOR

La suspensión del proyecto de Acorex tiene un efecto beneficioso, ya que elimina un motivo de tensión en las negociaciones sobre la campaña 2003 que productores e industrias comenzarán en pocos días. Si ya de por sí son a cara de perro, las negociaciones hubieran resultado aún más crispadas si los productores se presentan con una nueva fábrica en proyecto. Asimismo, la decisión de Acorex tranquiliza a sus productores, que podrán planificar ya la próxima campaña.