Considerados "máquinas de guerra" por los romanos y el regalo más valioso que guardaba la península Ibérica, según los califas árabes, hoy el caballo de pura raza española sigue siendo uno de los equinos más preciados del mundo. De hecho, es relativamente habitual que el coste de un ejemplar de calidad alta supere los 12.000 euros en el mercado.

El paso de los siglos y el esfuerzo de unos pocos ha permitido que Extremadura siga siendo una de las regiones donde este animal galopa con mayor brío. Actualmente la comunidad autónoma cuenta con la tercera población más amplia de criadores de pura raza española. Por delante de ella solo aparecen Andalucía y el Levante mediterráneo. En total, la cifra de ganaderos extremeños que se dedican a su cría se acerca a los 200, la mayoría de ellos --166-- integrados en la Asociación Extremeña de Criadores de Pura Raza Española (AECCPRE)."Aún queda alguna ganadería fuera, pero nuestro objetivo es lograr unir a todos", indican desde esta organización, constituida en 1987 y con sede en Trujillo.

Historiadores romanos de tanta solera como Plutarco, Plinio el Viejo o Séneca definieron al caballo español como un ejemplar "dócil, bello, arrogante y valiente". Carmen Pinilla, presidenta de AECCPRE, se centra en sus características físicas: "Su cabeza es proporcionada, fuerte y redondeada, perfil recto, orejas pequeñas y ojos triangulares". Además, su crin luce abundante, su cuello bien musculado, con lomo ancho, y brazos y piernas fuertes, explican en la asociación nacional de criadores, donde también destacan su equilibrio, su versatilidad, su nobleza y su docilidad.

80.000 ejemplares

Su presencia exacta en Extremadura en la actualidad es desconocida. Por eso el colectivo que dirige Carmen Pinilla ha encargado un estudio a una auditora independiente. Los resultados se conocerán en las próximas semanas. Su población en todo el mundo se aproxima a 80.000, según los últimos datos. Solo España cuenta con más de 1.800 criadores y en el extranjero hay otros 400.

Pese a todo Pinilla asegura que el caballo de pura raza española en Extremadura es peculiar. "Ocurre como con el cerdo ibérico. Hasta que cumplen dos años aprovechamos para que pasten en la dehesa, se alimentan de las hierbas de primavera y verano y las bellotas en otoño, solo dándoles un suplemento de pienso cuando es necesario", explica. Eso no sucede en el resto del país, "donde la cría suele ser en corrales, donde les suministran el forraje y los piensos". A su juicio, esa cría al aire libre, junto a la exhaustiva selección que se realiza, otorga a los ejemplares extremeños "mayor fortaleza y rusticidad".

En este sentido, la Junta de Extremadura ha anunciado la creación de un centro de referencia y alto rendimiento del caballo de pura raza española en la comunidad autónoma, una decisión que se tomó en el último consejo extraordinario de Gobierno, celebrado a principios de año en Mérida. "Será un impulso más al sector", reconocen en AECCPRE, que ya cuenta con el apoyo de la Consejería de Agricultura --con una parada de sementales-- y la empresa pública Fomento de Mercados, así como con las prestaciones de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Extremadura, centro autorizado para la reproducción de caballos de pura raza y que también es parada de sementales.

Pero, ¿por qué se dedican los ganaderos a la cría de estos equinos? Carmen Pinilla asegura que el único motivo es la afición y niega en rotundo que se trate de