Hemos tenido que trasladarnos hasta Zafra para pedir que nos despidan, es tremendo». Así se lamentaba ayer Raúl Canillar, portavoz de los empleados de Solventia Renovables en las obras de la planta fotovoltaica de Talaván (Cáceres), de la situación por la que atraviesan estos 116 trabajadores y sus familias. Después de hasta tres meses sin cobrar las nóminas, siguen formando parte legalmente de esta empresa, lo que les impide buscar empleo en otros lugares o, al menos, poder cobrar el paro. «Que nos despidan ya, que el 80% de la plantilla tendría contrato para poder trabajar en Talaván o en otro sitio», reiteró.

Varias decenas de ellos se concentraron ayer por la mañana en el acceso a la central solar. Posteriormente tuvo lugar una reunión con responsables de Metka, la promotora del proyecto (Solventia es una de las subcontratas), en la que esta compañía griega se comprometió a abonar las cantidades que se adeudan y que oscilan aproximadamente entre «los dos mil y los cuatro mil euros» por empleado. También se ofreció a dar facilidades para que continúen trabajando en la planta. «Metka es la primera que quiere que nos quedemos con otras empresas que van a llegar porque conocemos la obra y hemos hecho un buen trabajo», adujo Canillar. Eso sí, por el momento no pueden hacer ni una ni otra cosa mientras legalmente mantengan una relación laboral con Solventia.

Por este motivo, tras la protesta de Talaván unos cuarenta trabajadores se desplazaron hasta Zafra, donde este grupo tiene su sede central, para exigir que se diese una solución a su problema. Allí, desde la firma extremeña se les comunicó que los despidos no son posibles «mientras que Metka no firme como que la obra ha terminado para Solventia», y se les emplazó a un segundo encuentro por la tarde, al que los directivos ya no acudieron. «Algo tiene que haber para que Solventia ponga tantas trabas a una empresa que lo que quiere hacer es pagar a sus obreros», incidió el portavoz de los trabajadores, que calificó la situación que están viviendo como «dramática». «De 116 hemos podido venir a Zafra solo unos cuarenta, porque hay personas que ya no tienen ni para gasoil. Y las navidades, muy malas, con gente que no ha podido comprar ni los Reyes a sus hijos».

Por otro lado, los sindicatos seguían desconociendo ayer los detalles del Expediente de Regulación de Empleo que Solventia tiene previsto aplicar para el conjunto del grupo.