El 5G, la nueva revolución en internet móvil, ya tiene fecha para empezar a desarrollarse. Según los expertos en la materia, será en 2020 cuando podamos probar los primeros prototipos, a la vez que en España se acaba con las líneas ADSL y se sustituyen por la fibra óptica. De momento, tanto la compañía sueca Ericsonn como la china Huawei, esta última en colaboración con la rusa Megafon, han comenzado a probar las distintas posibilidades que ofrece. Huawei quiere poder estrenarla durante la Copa del Mundo de Fútbol de 2018, dos años antes de las previsiones más optimistas de su llegada al resto de Europa.

Hasta entonces, sin embargo, seguiremos teniendo algunas novedades en la red 4G que seguirá perfeccionándose. La misma compañía Ericsonn y la suiza Swisscom están trabajando en una proyecto conjunto que tiene como meta ofertar velocidades de 1 Gbps el año que viene gracias a la tecnología LTE-A Pro. También la compañía francesa Orange, que opera en España con la misma marca y con Amena, está trabajando en otro proyecto para aumentar la velocidad de sus ofertas junto a la ya mencionada Huawei.

Se buscan velocidades simétricas de subida y bajada con una velocidad muy superior a la que tendríamos al contratar ofertas de fibra óptica aquí para el internet doméstico. Hay que tener en cuenta que, de momento, la infraestructura 4G en España está preparada para aguantar 150 Mbps de bajada y 50 Mbps de subida como máximo por lo que la tecnología LTE-A Pro podría multiplicar por diez la velocidad aun antes de la llegada del 5G y sus prometidos 20 Gbps de velocidad simétrica. De momento, gracias a la tecnología de combinación de bandas, se ha logrado aumentar la velocidad de nuestras redes 4G hasta los 400 Mbps de bajada por lo que la nueva cifra parece probable.

A la vez, se está desarrollando el LiFi, una tecnología que promete velocidades similares mediante la luz de una bombilla y que también tiene sus principales aplicaciones en ofrecer internet en la calle de manera gratuita por parte de los ayuntamientos. Sin embargo, la tecnología 5G parece más probable que llegue antes a nuestras calles aunque el LiFi tenga la ventaja de ser hasta 100 veces más rápido que el WiFi de fibra óptica por lo que puede ser una buena opción para conexiones domésticas.

Todos estos cambios están conllevando un nuevo entorno en el que la velocidad en la calle es tan importante con la que tenemos en casa debido a nuestra necesidad de estar 100% conectados en todo momento. También influye la nueva tendencia por la cual cada vez se navega más desde nuestros smartphones, dejando atrás aquella época en la que determinados actos se hacían solo con el ordenador portátil o de sobremesa. En el futuro tendremos altas velocidades en todos los dispositivos y podremos disfrutar de ellas tanto en los momentos en los que estemos en el hogar como en la calle y en nuestros desplazamientos.