Fernando Bejerano ha defendido ante las empresas extremeñas las ventajas de abrirse al mercado exterior, del asesoramiento del programa ILI y de la participación en licitaciones internacionales. Bajo su punto de vista, la internacionalización ya no es una opción ni una oportunidad, sino una ventaja y casi una obligación.

--¿Cuáles son los problemas que se encuentran las empresas a la hora de participar en licitaciones fuera de España?--Somos un país joven en esto. Llevamos poco tiempo en el mundo de la internacionalización. No hace mucho recibimos el último préstamo del Banco Mundial y hemos tenido un proceso de desarrollo interno, con la llegada de muchos fondos de la UE. No hemos sentido la necesidad de salir fuera. Solo algunas empresas visionarias salieron al exterior y ahora compiten con las mejores del mundo. Estas empresas han equilibrado sus balances con las cifras de negocio nacional e internacional, que es lo que les permite sobrevivir hoy de forma adecuada mientras otras que no dieron el paso sufren problemas por la falta de licitación pública en España. Es una manera de diversificar riesgos y aumentar mercado. Cada mes salen más de mil licitaciones de servicios, suministros y obra pública de organismos multilaterales en multitud de países. La ventana de oportunidades es bestial.

--¿Dispara los costes?--No. Con el programa ILI, de las Cámaras, con una pequeña inversión pueden lograr un alto rendimiento. Compañías que no tenían ningún potencial exportador, hoy están exportando y creciendo.

--El tejido empresarial extremeño se caracteriza por empresas de pequeño tamaño. ¿El tamaño es un obstáculo?--Los organismos multilaterales licitan para todo tipo de empresas, grandes, pequeñas y medianas. Hay licitaciones de todo tipo. Siempre va a haber una oportunidad adecuada al tamaño de la empresa y siempre hay oportunidades para entablar alianza con otras más grandes que les permitan buscar oportunidades de mercado.

--¿La crisis está empujando a las empresas al mercado exterior?--El empresario español no solía salir al mercado internacional porque tenía el mercado cubierto con la demanda nacional. La crisis está sirviendo de acicate. Y es una decisión estratégica. De haber diversificado antes, hoy no estarían sufriendo tanto. Pero hay que tener en cuenta que el mercado internacional no es una solución a corto plazo. No vamos a exportar de hoy para mañana, pero una vez que entras en la rueda te permite exportar de forma regular. En la medida que tengas el camino nacional e internacional cubierto evitarás tener tensión en la cuenta de resultados. Si esto lo hubiésemos hecho hace años, hoy tendríamos tres mercados --regional, nacional e internacional--, de manera que cuando cayeron los dos primeros nos quedó el otro. Hoy los empresarios se ven abocados a tomar decisiones en este sentido. Quedándote sólo en el mercado nacional, el camino será espinoso.