Los cacereños incrementaron el número de quejas ante el Defensor del Pueblo un 10% respecto al año anterior, hasta llegar a las 159. Mientras, en la provincia pacense se daba la situación inversa, y las demandas bajaban un 9%, lo que ha hecho que se mantenga estable el número total de requerimientos ante la institución que dirige Fernando Múgica, que tuvo en Extremadura 304 quejas, las mismas que el año anterior.

En la memoria del Defensor se explica también que el número de cuestiones individuales ha bajado en la región, contabilizándose 252, seis menos que en el 2002. Mientras, las colectivas se incrementan en ese mismo número, y alcanzan las 52.

Al valorar el informe, el portavoz de la Asociación de Derechos Humanos de Extremadura (ADHEx), Rubén Tejedor, destacó que los extremeños conocen cada vez más dónde presentar sus quejas, y lamentó la actitud entorpecedora de algunas administraciones.