Nació en San Vicente de Alcántara y vive en Cerdanyola del Vallés. catedrático de Psicobiología y director del Instituto de Neurociencias en la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha realizado estudios y trabajos de investigación en las universidades del Ruhr, de Oxford y en el Instituto Tecnológico de California.

En su universidad y junto a compañeros fundó uno de los primeros laboratorios de Psicobiología experimental de España. En él lleva casi 40 años investigando el funcionamiento del cerebro humano en animales. Decano fundador de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma y miembro del Comité Ejecutivo de la European Brain and Behavior Society.

En los últimos años ha dedicado parte de su tiempo profesional y personal a la divulgación del conocimiento de la neurociencia en libros y artículos periodísticos. Casado con Tina, una catalana nacida en Estocolmo, tiene dos hijos, Claudia que es abogada y Pau que es arquitecto.

-¿Qué medidas podrían atraer talento a la región o conectarlo?

-No es fácil, porque incluso aquí en Barcelona, tenemos problemas para retener a los buenos investigadores. En cualquier caso lo principal es poder ofrecerles un puesto de trabajo estable y bien remunerado, con facilidades para poder montar laboratorios adecuados a sus pretensiones y objetivos científicos.

-¿Qué salidas propondría a los jóvenes extremeños que quieran dedicarse a la Neurociencia?

-Es muy importante adquirir una buena formación básica, que debe empezar en alguna universidad española y complementarse después con la estancia en algún buen laboratorio del extranjero. Si quieren ser neurocientíficos las carreras básicas deben ser Psicología o Biología. La Medicina es más para quienes deseen tratar a enfermos y no tanto investigar sobre el funcionamiento del cerebro.

-Dado su amplio conocimiento del mundo de las emociones, cómo podría la región en el mundo actual globalizado contribuir a mantener el vínculo de los extremeños en el exterior, especialmente respecto a las segundas y terceras generaciones?

-Extremadura tiene gentes, valores y riquezas de toda índole que ya son un importante activo para mantener el vínculo con los extremeños que estamos fuera. Informar regularmente sobre los progresos y actividades que se lleven a cabo en la región es siempre una forma de mantener y potenciar ese vínculo. El mundo se globaliza y homogeniza, Extremadura debe vivirse a sí misma sin complejos, con un espíritu permanente de superación como región genuina española y europea que no necesita compararse con nadie, sólo ser ella misma.

-¿Qué le parece el amplio enfoque de la estrategia Extremadura en el mundo?

-Me parece un excelente enfoque: una región de puertas abiertas a propios y extraños, ajena a miradas cortas localistas o supremacistas. Quien va a Extremadura, ya es de Extremadura.

-Extremadura celebrará en diciembre el I Congreso de la Ciudadanía Extremeña en el Exterior ¿Qué propuestas haría para ser tenidas en cuenta en la organización del Congreso?

-La estructura prevista de contenidos me parece correcta. Sería bueno que de cada ponencia saliesen propuestas concretas para mantener vivo en el futuro el espíritu de las jornadas. Podrían incluir un curso de verano anual o bianual en diferentes localidades extremeñas sobre los mismos objetivos generales del congreso, con ponentes de la región y de otros lugares de España, del que puedan surgir ideas y nuevas oportunidades para el desarrollo de nuestra región.