Mariano Rajoy ha tomando los mandos del AVE antes incluso que los del país. Durante el traspaso de poderes, el PP ha pedido expresamente al Gobierno en funciones que paralice cualquier licitación o adjudicación de obras en marcha, lo que tiene en el AVE gallego a su primera víctima, ya que estos días se deberían adjudicar al menos dos tramos presupuestados en 200 millones de euros. Así lo publicó ayer el diario El País . Este movimiento de ficha por parte de Rajoy, hasta analizar las cuentas del país, siembra lógicas dudas sobre si la siguiente víctima del parón será o no el AVE extremeño, dado que el compromiso del Ejecutivo saliente era licitar todas las obras pendientes del trazado entre Badajoz y Madrid antes de que finalizara este año.

El gran proyecto pendiente del Estado en Extremadura continúa siendo el tren de alta velocidad. La plataforma de la línea se encuentra actualmente en construcción en gran parte de su trazado por la región, pero faltan tramos por licitar en Castilla La Mancha, así como toda la instalación de vías y electrificación y, sobre todo, resolver la incógnita sobre la ubicación y el inicio de obras de las estaciones (Navalmoral de la Mata, Plasencia, Cáceres, Mérida y Badajoz).

El ministro de Fomento, José Blanco, se comprometió en septiembre de 2010 a adjudicar todos los trabajos pendientes antes de que acabara 2011, con arreglo al Plan Extraordinario de Infraestructuras. El montante total de las obras pendientes asciende a 3.829 millones de euros, de los que 1.776,3 corresponden a obras de la plataforma básica y el montaje de vías, y los 2.052 millones restantes a trabajos de instalación de sistemas eléctricos, señalización, telecomunicaciones fijas y móviles y seguridad.

SIN NOTICIAS Fomento remitió en el pasado mes de abril el macroconcurso de licitación al Diario Oficial de la Unión Europea, dado que la infraestructura está cofinanciada con fondos comunitarios. Se trata de un trámite legal previo, pero lo cierto es que, ocho meses después, no se ha resuelto todavía la convocatoria. Blanco ha pasado de garantizar la licitación antes de su marcha a silenciar el asunto y dejarlo en manos del futuro ministro responsable de las obras públicas. Esto añade grandes dosis de incertidumbre por cuanto el corsé de déficit impuesto por la UE a los estados miembros obligará a un severo recorte de la inversión en infraestructuras el año próximo.

Tanto Rajoy como miembros de su partido tan cualificados como José Antonio Monago o Pío García Escudero aseguraron durante la pasada campaña electoral que el futuro presidente sería "sensible" con las necesidades de Extremadura y sus infraestructuras. En unos días se verá hasta dónde llegará este grado de compromiso con la comunidad.

Portugal ha ofrecido una coartada al Gobierno español, al paralizar sine die sus dos tramos de Caya a Lisboa por cuestiones económicas. Falta saber hasta qué punto influirá la decisión en Rajoy.

En el caso de Galicia, el ahora presidente electo de España aseguró el pasado 3 de septiembre, en el inicio del curso político en el castillo pontevedrés de Soutomaior, que una de sus prioridades sería "finalizar el AVE a Galicia", un tren "real" frente al "AVE de boquilla" que atribuyó a los socialistas. Ganadas las elecciones, esto no parece tan claro. José Blanco anunció el 30 de julio su intención de pedir permiso al ganador de las elecciones para seguir licitando y adjudicando los tramos pendientes del AVE gallego, con el propósito de no poner en peligro la fecha de finalización en 2015 pactada con el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, del PP. Ahora, el PP quiere analizar todos los números antes de avanzar en esta infraestructura. El Gobierno ha pedido que el PP presente su exigencia por escrito antes de decidir si la acepta.

En el AVE gallego, las obras licitadas pendientes de adjudicación suman unos 1.000 millones de euros. Pero también se han parado las licitaciones previstas para finales de este año y principios del próximo, que ascendían a otros 1.400 millones.

Para el próximo sábado Blanco tiene previsto poner en marcha el primer tren de alta velocidad entre A Coruña y Ourense. Sobre el desbloqueo del AVE de Extremadura, nada se sabe.