Se elige sucesor al trono de Inglaterra. Razón: el castillo de Chinon. Fecha: el día de Navidad de 1183. Decide: Enrique II Plantagenet, el rey inglés. Interesados: solo con lazos familiares con el monarca. Y ya se sabe, según escribió Tolstoi, que cada familia es infeliza a su manera. Esto podría valer para El león en invierno , de James Goldman. Intrigas cortesanas, la historia como espejo del presente, el poder como motor de los cambios... aparecen en esta pieza teatral que, en una de sus últimas salidas tras un año y medio de funciones, llega hoy a Plasencia.

La obra (que conoció una famosa película del mismo nombre protagonizada por Katherine Hepburn y Peter O´Toole) fue el primer proyecto que acometió el exdirector del Centro Dramático Nacional, Juan Carlos Pérez de la Fuente, tras su salida al frente de este organismo.

"Desde que vi la película, que dejaba claro su origen teatral, me atrajo la historia, lo particular de su escritura, su lenguaje actual, el tratamiento sicológico de sus personajes", explica Pérez de la Fuente, que con este montaje también se ha estrenado como productor.

La historia de un rey que convoca a sus tres hijos y a su mujer encarcelada por su tendencia a conspirar contra su propio marido tiene ecos shakespearianos. Manuel Tejada, el actor protagonista de El león en invierno , menciona este paralelismo entre está obra y El rey Lear : en ambas un padre se encuentra de retirada y unos hijos (hijas, en el caso de la tragedia del dramaturgo inglés) dispuestos a sucederle.

Pero a partir de ahí, el humor (además de la distancia temporal: El león en invierno fue escrita a finales de los años 60 del pasado siglo) separa a ambos autores.

"Más que humor yo diría cinismo", afirma el director del montaje. De esta manera, el autor desmitifica a esos personajes y los presenta como si pudieran ser vistos "a través del ojo de una cerradura".

Ahí se pelean, conspiran, discuten, sacan a flote traiciones y pasiones. Hijos que son monstruos cuando lo que se debate es ese poder, y padres tiránicos enfrentados a aquellos.

"El poder provoca estos comportamientos. Entonces y ahora. Así que esta obra seguirá hablando a los espectadores futuros", explica De la Fuente. "Hay algo ahí, como un secreto sobre cómo es el ser humano, que en esos momentos se cree Dios. En algún momento de la obra hablan de la inmortalidad, de que les hubiera gustado vivir en otro tiempo, más épico, heroico a la manera en que representa un actor como Charlton Heston. Pero parecen condenados y no pueden salir de ese círculo".

POLITICOS CONOCIDOS ¿Por qué escribir desde el pasado para hablar de cuestiones actuales? En opinión de Pérez de la Fuente, es algo que hicieron Calderón de la Barca o, el pasado siglo, el propio Antonio Buero Vallejo, y que Brecht llevó a su máxima expresión. "El distanciamiento es bueno para hablar de las cosas de hoy. Si en escena estuvieran políticos conocidos con sus nombres y apellidos no funcionaría igual".

El león en invierno enfrenta a varias escuelas interpretativas en escena. La de Alicia Sánchez, que procede del teatro independiente, y la de Manuel Tejada, un actor "de toda la vida", popular en los recordados Estudio 1 de Televisión Española en los años 70. "Pensé que la contaminación de unas escuelas en otras era buena para el montaje", afirma su director.

A Manuel Tejada, el papel de Enrique II le llegó en el momento "oportuno". "Es un personaje para interpretar con gran responsabilidad y teniendo detrás una trayectoria sólida y cimentada", explica.

De su solvencia dan fe dos premios de interpretación por este papel en festivales de Salamanca y Palencia, otro que concede Telemadrid y el Mayte de Teatro. "Aunque me los dan a mí, tengo que compartirlos con todos mis compañeros y agradecer este texto, con sus diálogos maravillosos".

Su trabajo le ha obligado a un esfuerzo extra por los requerimientos físicos de su personaje, que arrastra además una pesadavestimenta. "Uno tiene que sopesar el esfuerzo para no agotarse", dice.

¿Qué le atrae de Enrique II? "Que es capaz de ver el mundo desde arriba, y es capaz de manejarlo. El mismo provoca incluso que los demás le derroquen. Y además lo hace con humor".

El estreno de esta versión de la obra de Goldman se produjo hace un año y medio y allí estuvo el actor extremeño Alberto Amarilla, interpretando a uno de los hijos de los reyes. Fue su debut teatral. Pero duró poco tiempo. Apenas unos meses, porque enseguida fue reclamado por el cine y optó por marcharse.

Lo recuerda Juan Carlos Pérez de la Fuente: "Venía del cine y tenía muchas ganas de actuar; pero el cine es mal compañero del teatro. El teatro no es una experiencia más. Es una especie de religión. Y esto es un problema, porque requiere mucho esfuerzo. Yo le dije que lo que uno ha empezado tiene que terminarlo. Pero le llamaron y se marchó".

LOS ENSAYOS Ahora es el propio montaje el que va a echar el cierre. Mañana sábado, el director de El león en invierno empieza los ensayos de su nuevo trabajo: La vida es sueño , de Calderón de la Barca. Y en septiembre le aguarda la adaptación teatral del tercer episodio nacional de Benito Pérez Galdós (El 19 de marzo y el 2 de mayo ), que se llamará Puerta del Sol . Su estreno en el teatro Albéniz servirá para conmemorar el bicentenario del comienzo de la guerra de la independencia española.

También Manuel Tejada afronta nuevos trabajos. Pero aún no se ha decidido. "Ahí andamos. No es fácil tomar una determinación después de este trabajo tan importante. Uno tiene que meditar el paso siguiente". Dos o tres textos aguardan sobre su mesa a que él se decida, así que su vida teatral continúa.

"Hay profesiones que no tienen jubilación y la de actor es una de ellas. Ahora, con la madurez, el envejecimiento, tengo acceso a determinados personajes. Los que hemos hecho teatro nos preocupa menos hacer televisión", dice recordando sus más de cien obras representadas en el canal público. "Cumplían una función porque se veía teatro allí donde las compañías no llegábamos".

Aquella época no se repitió y cuando ocasionalmente la televisión ha emitido teatro "lo ha hecho para acallar las críticas por no programarlo; pero vergonzosamente y a horas intempestivas".