Unidas por Extremadura (UPE) ha afirmado que el hecho de que la activista sueca Greta Thunberg no haya aceptado, supuestamente, el coche eléctrico que le ofreció la Junta para viajar desde Lisboa a Madrid para asistir a la Cumbre del Clima, es un "bofetada absoluta" al Gobierno de Fernández Vara.

Ello pone de manifiesto que Extremadura tiene unas infraestructuras "insostenibles, caducas y contaminantes" y que siendo una región capaz de liderar la transición ecológica, va a ser de nuevo "vagón de cola" debido a las políticas de su Ejecutivo, ha afirmado la portavoz parlamentaria de UPE, Irene de Miguel.

En la rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces de la Asamblea, la diputada ha instado a la Junta a invertir "todos sus esfuerzos" en que Extremadura sea "vanguardia" en la transición ecológica, abandonando los "falsos dilemas" de la sostenibilidad como a su juicio protagonizan las baterías de litio.

"Parece que si no traemos litio en minas a cielo abierto no podemos avanzar en la sostenibilidad de nuestra movilidad, y eso es un falso debate", ha aseverado en este sentido.

A este respecto, ha considerado que el rechazo del coche eléctrico puede venir motivado por el hecho de que la Plataforma Salvemos la Montaña -que el sábado reclamó a Thunberg que no aceptara el vehículo de "batería de litio" que le habían ofrecido- haya alertado a la activista sueca de la "conflictividad social" que encierra la expansión de la minería a cielo abierto de litio.

De Miguel también ha preguntado al Gobierno extremeño cómo es posible que a Greta Thunberg le resulte "más sencillo" atravesar el Atlántico en un medio de transporte ecológico que cruzar Extremadura.