Tras un decepcionante inicio de año en cuanto a empleo, el mercado laboral ha conseguido remontar en el segundo trimestre. Lo ha hecho marcando un nuevo récord con la creación de 469.900 nuevos puestos de trabajo, el mayor incremento trimestral de la base histórica de la Encuesta de Población Activa (EPA), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Gracias al tirón del sector servicios y sin ayuda de Semana Santa -pues este año cayó en marzo- el número total de ocupados ha alcanzado los 19.344.100, su mayor nivel desde el cuarto trimestre del 2008.

También experimentó mejoría el paro. El desempleo cayó en 306.000 personas entre abril y junio, lo que supone el 8% menos que en el trimestre anterior, hasta situarse en 3.490.100 personas. Aunque esta bajada no ha conseguido superar el descenso récord que se experimentó en el mismo periodo del 2017 (340.700 menos), sí que ha mejorado respecto a los segundos trimestres del 2015 y del 2016, cuando retrocedió en 295.600 y 216.700 personas, respectivamente.

La creación de empleo y el recorte del paro han contribuido a que la tasa de desempleo haya bajado hasta el 15,28%, la menor en casi una década. Por el otro lado, el efecto desánimo no ha podido con los no ocupados y la actividad ha subido hasta el 58,8%, tras aumentar el número de activos en 163.900 personas, hasta las 22.834.200.

Esta aceleración ha tenido su repercusión en los hogares. Los que tienen a todos sus miembros en paro han disminuido en 128.700, hasta los 1.113.100.

El punto negro, una vez más, reside en la calidad de los puestos de trabajo creados. La mitad de los nuevos ocupados firmaron un contrato temporal, concretamente 233.700 frente a 231.400 que tuvieron uno indefinido. ALICIA GRACIA