Viven en diferentes muncipios de Madrid, Barcelona o Extremadura principalmente pero tienen un lugar en común: Talavera la Vieja. Y ese siempre está en el recuerdo, en la memoria, aunque físicamente yace bajo las aguas del pantano de Valdecañas. Talaverilla fue anegado en los años 60, pero sus vecinos se niegan a olvidar sus raíces. Por eso, aunque todos tuvieron que emigrar antes de que la localidad fuera inundada, nadie se resgina a olvidar. Con ese fin, cada año, más de un centenar de talaverinos se reúnen en Madrid para hacer memoria y rendir homenaje a su tierra.

El encuentro, organizado por un grupo de alumnos de la localidad que ahora supera los 70 años, se celebró hace varias semanas en un hotel de Getafe. Hubo un cóctel, una comida y baile y tampoco faltó el recuerdo a Talavera la Vieja y el reconomiento a quienes cada año organizan este reencuentro de talaverinos, Julio Jiménez y Guadalupe Muñoz. En esta ocasión, además, uno de sus vecinos, Andrés Barroso (conocido como ‘Tostón’) y residente en Barcelona, recitó dos poesías propias dedicadas a Talavera la Vieja. Es, dicen, un día para recordar.