El proyecto Refinería Balboa no llega a buen puerto. Seis años y nueve meses después de que la iniciativa entrara en fase de tramitación ambiental, habemus DIA . El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) comunicó ayer al Gobierno extremeño su propuesta de Declaración de Impacto Ambiental (DIA) "desfavorable" a la construcción de Refinería Balboa, cuyo oleoducto preveía ir desde Extremadura hasta la costa de Huelva, argumentando su "potencial impacto sobre el entorno de Doñana". El proyecto incluye la construcción de una refinería de petróleo, ubicada en el término municipal de Los Santos de Maimona, así como otras instalaciones auxiliares tales como un oleoducto de casi 200 kilómetros cuyo trazado discurre por las provincias de Huelva, Sevilla y Badajoz. En su informe, los técnicos del ministerio consideran que la iniciativa es "ambientalmente inviable" por su potencial impacto sobre el entorno del Parque de Doñana, "el más emblemático" de la red española de espacios protegidos, así como por sus afecciones al medio marino, en una zona de elevada biodiversidad como es la reserva de pesca marítima Frente de Doñana . Además, advierte de "riesgos ambientales" relacionados con los vertidos líquidos y la generación de residuos peligrosos de las instalaciones proyectadas, y considera que la plataforma, ubicada a más de 180 kilómetros de la costa, "incumple los objetivos de eficiencia energética" recogidos en la normativa europea. A partir de ahora, la Junta tendrá un plazo de 15 días para pronunciarse sobre esta propuesta y si en ese plazo no se recibe contestación, Medio Ambiente formulará su declaración ambiental en estos términos propuestos. El Gobierno extremeño anuncia que empezará el lunes a analizar la resolución para presentar, en su caso, alegaciones que solo afecten al territorio extremeño, no a Andalucía y Portugal.

La propuesta trasladada al Ejecutivo que preside José Antonio Monago contempla además que se ha atendido a otras razones que "desaconsejan" la iniciativa, como la afección al paisaje y al patrimonio cultural, ya que la refinería se sitúa en una parcela atravesada por la Vía de la Plata, que forma parte del Camino de Santiago. Asimismo, recuerda que debido a que el proyecto podría suponer posibles "efectos transfronterizos", Portugal ha manifestado en varias ocasiones su oposición, igual que diversos organismos internacionales como la Unesco, que han trasladado al ministerio su rechazo.

Hay que señalar que la autorización final del proyecto corresponde al Ministerio de Industria, Energía y Turismo, si bien el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente es el competente para la evaluación de impacto ambiental.

CUATRO MINISTROS En este contexto, el ministerio destaca que, con esta resolución, su titular, Miguel Arias Cañete, resuelve un procedimiento abierto en el año 2005 y "cumple su compromiso de agilizar las evaluaciones ambientales". Y es que se trata de una iniciativa industrial que han tenido en su despacho cuatro ministros (tres socialistas) hasta la resolución final.

Pero qué opina el industrial Alfonso Gallardo de esta negativa a su proyecto. Como suele ser habitual en él, ayer dio la callada por respuesta hasta analizar el contenido de la resolución "que no hemos recibido, nos hemos enterado por vosotros" señalaron fuentes del grupo empresarial. Por ello, hay que remitirse a las últimas declaraciones del empresario jerezano, que el pasado 12 de febrero señaló a EL PERIODICO EXTREMADURA que si el ministerio, finalmente, rechaza el proyecto, como así ha sido, "sacaremos los cañones a la calle, nos enfrentaremos a esa decisión con uñas y dientes y defenderemos ante los tribunales y hasta la última peseta que tengamos este proyecto técnicamente impecable".

Es más, sentenció: "Este proyecto está en manos del presidente Monago. Es un asunto político, no técnico. Si él quiere, en el ministerio sale adelante. Y yo confío en él", porque "no entendería que un político, como están las cosas y con el paro creciendo, perdiera la oportunidad de traer para su tierra un proyecto que va a crear miles de empleos, y que solo en impuestos va a dejarle cada año en esta región unos 2.500 millones de euros, que es la mitad del Presupuesto regional. Oponerse a esto sería una locura".

Estas palabras molestaron al presidente extremeño, que invitó al industrial a "ocuparse de sus asuntos" y reiteró que este asunto es únicamente técnico, y no político.

CRITICAS A VARA Pero el empresario también se acordó entonces del expresidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, al que acusó de haber tenido "pocos redaños" para defender el proyecto en Madrid. "Zapatero dijo públicamente que apoyaba la refinería. Se encontró con el rechazo de sus ministras, pero se hubiera podido superar ese rechazo si desde Extremadura Vara hubiera presionado suficientemente", comentó, ya que, a su juicio, el líder socialista extremeño "creía antes a la gente del ministerio que a nosotros". A este respecto, comparó esta pasividad que según él tuvo Fernández Vara, con la defensa a ultranza de su antecesor: "A Ibarra no le habrían discutido los del ministerio. Si en lugar de Vara hubiera seguido Ibarra, la refinería sería una realidad. O hubiera dimitido", subrayó.

Ante estas manifestaciones Fernández Vara dijo sentirse "dolido" y señaló que él tiene "mucho más respeto" por Gallardo que el mostrado por este hacia su persona.

Por otro lado, según el proyecto original, la Refinería Balboa generaría 3.000 puestos de trabajo y supondría unos ingresos en impuestos para la comunidad autónoma de 2.500 millones de euros al año. Su capacidad seria de 110.000 barriles diarios y se preveía una facturación anual de más de 5.000 millones de euros, a precios del barril de 50 euros. Una vez que Monago anunció que el proyecto no contaría con dinero público, el accionariado quedó formado por Iberdrola, BBVA, Caja Madrid y Caja Extremadura.