La huelga general convocada por docentes, padres y alumnos y que culminó con miles de manifestantes en varias ciudades supuso un "éxito total" para los convocantes y un "fracaso" para el Ministerio de Educación, que invitó a los organizadores a dialogar sobre la reforma educativa.

En un manifiesto leído en la multitudinaria marcha en Madrid, la Plataforma Estatal por la Escuela Pública denunció que convertir la educación en "mercancía" y "privatizar todo lo público" es propio de una sociedad "enferma y sin futuro", abocada a un "suicidio colectivo".

El segundo paro convocado por todo el sector educativo este año se caracterizó también por la guerra de cifras habitual entre los organizadores y el Gobierno.

Mientras los sindicatos y asociaciones convocantes dijeron que el seguimiento fue de un 83% en la enseñanza pública no universitaria y del 91% en la superior, Educación la cifró en un 20,76% tras recopilar los datos aportados por las Comunidades Autónomas.

DIALOGO Precisamente desde el departamento dirigido por el ministro José Ignacio Wert, la secretaria de Estado de Educación, FP y Universidades, Montserrat Gomendio, invitó a los sindicatos convocantes a un diálogo "real y abierto" con el ministerio. "Invitamos a todos los sindicatos que han convocado esta huelga a venir al Ministerio --subrayó-- y a participar en un diálogo real y abierto, y que nos hagan propuestas reales y razonadas".

Los convocantes del paro respondieron a dicho ofrecimiento poniendo como condición la retirada previa de la Lomce.

"Está claro que hoy hemos parado la educación", dijo el portavoz de la Confederación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa), José Luis Pazos.