La vicepresidenta, Cristina Teniente, avanzó ayer que la rebaja de impuestos del Gobierno regional incluye deducciones al alquiler, la compra y la rehabilitación de vivienda en los municipios de menos de 3.000 habitantes, con el fin de facilitar el acceso a la misma y asentar la población en las zonas rurales. La medida llegará a 4.700 contribuyentes con un impacto de 1,2 millones de euros, según explicó Teniente tras celebrar con el Prex-Crex la primera reunión de la ronda de contactos que el Ejecutivo mantendrá con la oposición para negociar la rebaja fiscal.

Tanto la vicepresidenta como el portavoz de los regionalistas, Damián Beneyto, destacaron el clima "positivo y de consenso" con el que se desarrolló el encuentro. Beneyto reiteró la disposición de su grupo a negociar la rebaja de la "excesiva" presión fiscal de Extremadura, siempre con el mantenimiento del presupuesto en sanidad y educación como "líneas rojas", y señaló que en un próximo encuentro ya estarán en disposición de hacer propuestas.

En la cita, ambas partes desgranaron al detalle la propuesta de la Junta, que además de los cambios ya anunciados en el IRPF, el Impuesto de Sucesiones, el canon del agua o el céntimo sanitario incluye nuevas deducciones por vivienda en los pueblos de menos de 3.000 habitantes. En concreto, se plantea incrementar del 3% al 5% las bonificaciones por arrendamiento y adquisición de vivienda habitual en estos municipios y establecer una nueva deducción del 5% por la compra de una segunda residencia con el objetivo, explicó Teniente, de facilitar el acceso a la vivienda y fijar población en las zonas rurales.

A estas bonificaciones habrá que sumar también la ayuda anual de 300 euros que recibirán las mujeres mayores de 75 años, tal y como anunció en el Día de Extremadura el presidente, José Antonio Monago, que se abonará mediante deducción o ayuda directa, y otras bonificaciones relacionadas con el ámbito de la dependencia.