Las reformas son las que han tirando del sector de la construcción en los peores años de la crisis y aún hoy son el principal motor de este sector en la región, aunque las principales ciudades hayan empezado a tener algo de movimiento en cuanto a la obra nueva. Es lo que trasladan desde el sector y lo que apunta también el estudio de la patronal del los materiales de la construcción y equipamiento de vivienda, Andimac, que sitúa la reforma de viviendas antiguas como el sostén de la venta de materiales en los últimos cinco años y en menor medida también la reforma de viviendas de segunda mano.

Las reformas no han parado de crecer desde el 2014, justo después de que el desplome de la construcción tocara fondo en Extremadura y rehabilitación se convirtiera en el salvavidas del sector, aupada por una tendencia al alza que se ha mantenido hasta ahora. Aunque los años 2014 a 2016 fueron los que mayor incremento registraron y en el 2018 ya moderó algo su crecimiento, la previsión de este sector es que en lo que queda de año y sobre todo para el siguiente, el gasto medio en mantenimiento y mejora de la vivienda siga creciendo aunque a un ritmo menor (2% en 2019 y 1,8% en 2020), situándose por debajo de la media nacional.

El informe de Andimac recoge que en los dos últimos años el repunte que se ha vivido en la construcción de obra nueva tras años de estancamiento, ha motivado que el principal destino de los materiales de construcción no haya sido ya la rehabilitación de vivienda antigua o la vivienda de segunda mano, sino la de nueva construcción, que tiene además un mayor peso en este sector porque el volumen de materiales para un proyecto de nueva creación es muy superior al de una reforma. En todo caso, la estimación de la patronal de los materiales de construcción es que la reforma aún supondrá el 78,7% del sector este año y estará aún por encima del 76% en el 2020.

La previsión en el sector de los materiales de construcción es optimista en Extremadura, aunque lo es en menor medida que en el resto de España, según este informe, «por la escasa necesidad de hogares (Extremadura pierde habitantes) y por la evolución de la confianza del consumidor extremeño ante la situación general de la economía en el ámbito nacional e internacional».

Según los datos de la patronal, el consumidor final destinó 667 millones de euros a la adquisición de materiales de constricción para reformas en el 2018, lo que supone un incremento del 7,6% respecto al año anterior. Se prevé que esta situación se mantenga en las proyecciones realizadas hasta el 2020, si bien se moderará el crecimiento, aunque la previsión es superar los 704 millones este año y los 740 el año que viene.