Los presidentes de las comunidades de regantes de Santa María y La Jara han denunciado que este año corre el peligro de perderse la cosecha de al menos unas 900 hectáreas en la zona de Talayuela debido a la falta de agua para riego como consecuencia de la sequía. Estas parcelas se encuentran en situación de "alerta roja" y sus propietarios empiezan ya angustiarse.

La comunidad de regantes del arroyo de Santa María, presidida por Manuel Casado y Vicente Blázquez, se reunió el pasado lunes en Talayuela para comentar la actual situación del agua y buscar soluciones. Una de ellas ha sido instalar dos máquinas limpiadoras, cedidas por la Confederación Hidrográfica del Tajo, con el objetivo de despejar todas las malas hierbas que pueden estar en los arroyos y así, canalizar correctamente el agua que llega del pantano de Valdecañas, "agua que costará 124 euros por hectárea a cada tabaquero", confirmaron Casado y Blázquez.

DESCONTENTO Algunos tabaqueros han manifestado a EL PERIóDICO su malestar por la situación que sufren y porque el agua todavía no ha llegado a sus plantaciones, con lo que "el tabaco se seca". Los socios relataron que hasta ahora cada agricultor ha regado sus tierras con el agua de sus pozos, pero comienza a escasear y es muy problable que "dentro de quince días ya no haya nada", afirmó un vecino.

Los afectados consideran que la única esperanza que les queda es "que el agua del pantano de Valdecañas llegue lo antes posible y pueda salvar la campaña". Manuel Casado confirmó que "600 hectáreas ya están en alerta roja y que los tabaqueros comienzan a angustiarse al ver que en breve no podrán realizar las tradicionales labores de regadío". "Este agua es el que hay, pero no está todo perdido, aún se puede salvar", añadió Vicente Blázquez.

Esta comunidad tiene previsto que en el momento en que el agua corra por el arroyo Santa María se establezca un estricto turno de riego para que todos puedan abastecer sus tierras. "Este turno se irá cumpliendo según vaya llegando el agua del pantano, y quienes no lo cumplan serán multados teniendo que pagar el doble o incluso el triple de la cantidad establecida por hectárea", afirmaron ambos.

Por otra parte, el presidente de la comunidad de regantes de La Jara, José Domínguez, aseguró que "el pantano que abastece la zona está medio vacío y que sólo les queda agua para una semana más aproximadamente". Además, apuntó que "hay alrededor de 300 hectáreas en peligro y que la única solución que ven es compartir el agua con el pantano de Rosarito".

Por su parte, el secretario general de la comunidad de regantes de la margen izquierda del pantano de Rosarito, Francisco Sánchez, informó de que están "acumulando aguas de otras latitudes para salvar la campaña porque de los 1.500 metros cúbicos con los que contaba el pantano años anteriores, ahora sólo le quedan 80". También dijo que "están estudiando ocho soluciones distintas para acabar cuanto antes con este problema".

Todos los presidentes consultados coinciden en que principalmente se trata de un problema de infraestructuras, que debería haber sido arreglado mucho antes por la Junta y así haber podido evitar esta situación de sequía en la que se ven inmersos ahora. Según Domínguez, "el pantano de la Jara tiene capacidad suficiente para poder instalar varias presas".