Lluvia, viento e inicio de la campaña de vacunación contra la gripe. Los síntomas del otoño se manifestaron ayer en Extremadura con toda su intensidad. Así, coincidiendo curiosamente con un descenso de las temperaturas, la mayoría de los centros de salud extremeños --salvo ciertas excepciones, como Almendralejo, donde la vacunación empieza hoy-- inauguraron el proceso de inmunización frente al virus, que se prolongará hasta el próximo 15 de diciembre.

Como de costumbre, los responsables sanitarios recuerdan quiénes presentan más riesgo de contraer la gripe: mayores de 65 años, niños y enfermos crónicos, sobre todo con problemas respiratorios. No obstante, cualquier extremeño puede solicitar una de las 255.000 vacunas que la Junta ha adquirido este año, si bien es el médico el que suele aconsejar su suministro.

De este modo, numerosos pacientes aprovecharon ayer su visita a los consultorios de la región para vacunarse. "Hemos venido al médico y nos han dicho que empezaba lo de la gripe, así que ya nos lo hemos quitado de encima", explicaba Angela Murillo que, junto a su marido, se vacunó ayer en el Centro de Salud San Jorge, de Cáceres.

Aunque hay quienes aún se muestran reticentes a utilizar este método de prevención (sobre todo por las posibles reacciones, como sufrir un catarro días después de recibirla), el personal sanitario percibe que los extremeños cada vez están mejor informados y se vacunan más. De hecho, según comenta Juana García, enfermera cacereña, muchos usuarios llevan varios días interesándose por la fecha de inicio de la campaña, que este año se ha retrasado.

Mientras prepara la dosis, Juana aprovecha para preguntar al paciente los datos y darle algunos consejos por si le surge alguna molestia en la zona del pinchazo. De paso, consigue distraer la atención antes de colocar la vacuna. La campaña suele desarrollarse con bastante normalidad. "Las dos primeras semanas son las más ajetreadas, pero la gente llega de forma escalonada", explica.