Extremadura tiene más del 21% de su superficie catalogada como Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA), lo que supone más de 800.000 hectáreas, entre las que destacan los Parques de Monfragüe, Cornalvo o la Garganta de los Infiernos. El director general de Medio Ambiente, Guillermo Crespo, que anunció que la UE ha aprobado la propuesta extremeña de junio de este año, en la que se incluyen trece nuevas ZEPA en toda la región, que se incluyen a las declaradas en 1989 y 2000.

Crespo hizo estas declaraciones en Almendralejo, donde participó en una mesa redonda sobre las zonas de especial protección para las aves, en la que también intervinieron miembros de la Sociedad Española de Ornitología y de la asociación conservacionista Dema. También se ha aprobado la ampliación de cuatro zonas ya protegidas, Monfragüe, Cornalvo, La Serena y Tierra de la Moraleja; y el paso de cinco Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) a ZEPA.

Informó de la declaración de la parroquia de la Purificación de Almendralejo como nueva ZEPA por los nidos de cernícalos primilla que posee, y que pasará a formar parte de Red Natural 2000 como la zona protegida más pequeña de la comunidad, ya que se limita a un edificio. Destacó la peculiaridad de esta nueva ZEPA, dado que "es la primera vez que se puede declarar en un núcleo urbano una circunstancia muy específica".

LA IMPORTANCIA "Ya sabéis cuál es la importancia para esta especie en concreto y por eso se ha considerado que aunque sea en centro urbano, en mitad de la localidad de Almendralejo, se ha podido conseguir una zona de especial protección de estas aves", agregó el director general de Medio Ambiente.

Estos espacios tienen un régimen especial de ayudas para su conservación, "que les posibilita tener un desarrollo posterior", aclaró Crespo. "El turismo ornitológico es una realidad y Extremadura está apostando claramente por rutas turísticas especializadas".