Extremdura no quiere desvincularse de las futuras negociaciones en Bruselas sobre el sector del tabaco. Este argumento fue expuesto ayer en la reunión que el consejero extremeño de Agricultura, José Luis Quintana, durante su encuentro en Madrid con el ministro del ramo, Miguel Arias Cañete.

La Junta de Extremadura considera "imprescindible" que la comunidad esté representada en el Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea donde se debatirá la propuesta de reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) del tabaco, para que se cambie y evitar la desaparición de este cultivo.

La continuidad de las ayudas europeas están en el aire y su supresión no garantizaría la viabilidad del cultivo en las comarcas extremeñas productoras. Arias Cañete ve difícil hacer factible la petición de Extremadura aunque se ha comprometido a tener "vía directa" con el consejero extremeño para informarle de los pasos que se vayan dando.

Tras su encuentro, Quintana apuntó a Efe que es necesario que "el Gobierno extremeño esté perfectamente informado de lo que acontecerá el próximo lunes, 29 de septiembre, fecha en la que se analizará esta OCM", al indicar que esta región acoge el 90 por ciento de la producción de tabaco y afecta a 14.000 familias.

DUROS RECORTES

La Comisión Europea aprobó el pasado martes sustituir las actuales ayudas a este cultivo por un pago independiente de la producción, además de pretender que la OCM actual se extinga en tres años. Quintana informó de que ha trasladado al titular de Agricultura el documento consensuado con las profesionales agrarias, en el que además de rechazar "rotundamente la propuesta de la Comisión", se analiza la enorme influencia social y económica de este cultivo para la región.

Aseguró que la reforma de la OCM del tabaco supone el fin de las subvenciones al cultivo del tabaco, a la vez que supone un desacoplamiento que implica "automáticamente la desaparición del cultivo del tabaco en Extremadura". También hizo referencia a que si se quiere quitar el tabaco, que eliminen las fábricas de los países industrializados, y dijo que debemos "dejar de hacer demagogia".