Extremadura recibió en el 2002 unos 1.930 millones de euros más de los que aportó a la caja a la que contribuyen todas las comunidades autónomas con sus ingresos fiscales, lo que supone que fue la región más favorecida por este fondo de solidaridad interterritorial, con 1.799 euros por habitante.

Y es que el conocido como fondo de suficiencia --definido por el modelo de financiación autonómica-- tiene como objetivo redistribuir de una forma lo más justa posible el dinero que se recauda en todas las comunidades, de forma que son las regiones más potentes las que aportan casi todo el dinero. En concreto, se distribuye un porcentaje previamente convenido de los ingresos de la Administración Central, las comunidades autónomas, los ayuntamientos y la Seguridad Social.

Según el Balance Económico Regional 1995-2002 elaborado por la Fundación de Caja de Ahorros (Funcas), son sólo cuatro comunidades --Madrid, Cataluña, Baleares y Navarra-- las que pagan más de lo que reciben en el reparto final, es decir, las que soportan la financiación solidaria del resto del país. Además, Madrid es con mucha diferencia la región que más aporta tanto en términos relativos como absolutos, con 8.333 millones de euros o, lo que es lo mismo, 1.508 euros por habitante.

EQUILIBRIO FINANCIERO En un punto muy cercano al equilibrio financiero se sitúa La Rioja, que recibe únicamente 115 euros por habitante más de lo que aporta, con un saldo positivo de 32,4 millones de euros. A partir de ahí hay un grupo de hasta seis comunidades que presentan un saldo positivo de entre 229 y 928 euros por cada habitante.

Por encima se sitúa el grupo más beneficiado, las ocho comunidades que sacan del fondo común más de 1.000 euros por habitante. Se trata, por este orden, de Extremadura, Asturias, Galicia, Castilla-La Mancha, Andalucía, Castilla y León, Cantabria y Murcia. Las dos primeras regiones, la extremeña y la asturiana, tienen gran ventaja sobre las demás, ya que son las dos únicas que logran un saldo positivo superior a los 1.700 euros por habitante.

VALORACION DE RATO Ante los datos contenidos en el informe de Funcas, que ha sido elaborado por Julio y Pablo Alcaide, el vicepresidente primero y ministro de Economía, Rodrigo Rato, dejó claro ayer que desde el punto de vista político no comparte el concepto de balanzas fiscales porque es una manera de entrar en una dinámica de "comparaciones ficticias".

A su juicio se trata de "un concepto limitado", puesto que sólo tiene en cuenta el dinero que ingresa por impuestos cada comunidad autónoma y "no sabemos qué quiere decir". Para Rato, tener en cuenta sólo el concepto de balanzas fiscales para adoptar decisiones políticas es "negativo y estéril", ya que incluso la propia elaboración de las mismas plantea un debate debido a que hay diferentes variables económicas que pueden ser tenidas en cuenta para establecer las balanzas.

Por ello, afirmó que duda de que algún responsable político puede llegar a alguna consecuencia "constructiva" guiándose sólo por el resultado de las balanzas fiscales, informa Ep.