La sencillez no está reñida con la emotividad. El patio de los Naranjos de la Asamblea de Extremadura ha acogido esta mañana el acto de entrega de las Medallas de Extremadura 2020, la máxima distinción que otorga la comunidad, en el que se ha rendido homenaje a 10 colectivos que han destacado por el trabajado desarrollado durante la pandemia. En esta línea, también ha tenido lugar un emotivo recuerdo a las víctimas del coronavirus y a sus familiares.

La situación generada por la pandemia ha ocasionado que este año el evento se haya celebrado en el exterior de la Asamblea regional y no en el teatro romano, como suele ser habitual. De hecho, tan solo han acudido en torno a un centenar de personas, lo que ha permitido aplicar con garantías las medidas de distanciamiento, seguridad e higiene frente al coronavirus. Delante de la puerta que da acceso al antiguo hemiciclo, y que solo se abre en ocasiones especiales, se han situado los representantes de los colectivos galardonados.

La periodista María Ortiz ha sido la conductora del acto, que ha durado una hora aproximadamente, y que ha arrancado con la interpretación de los himnos de España y de Extremadura, a cargo de un cuarteto de cuerdas de la Orquesta de Extremadura. Minutos más tarde ha llegado el momento más emotivo, que ha sido cuando Carla y Rodrigo, de siete años y ataviados con el traje regional de Mérida, han descubierto un monolito en recuerdo a todas las víctimas del covid-19 en Extremadura y a sus familiares. La pieza es obra de los hermanos Juanma y Lorenzo Pérez Vinagre, del taller emeritense Terracota.

Posteriormente ha tenido lugar la entrega de las medallas a los homenajeados, de manos de representantes de los servicios esenciales. Los galardones se han destinado a una decena de colectivos civiles y profesionales, cuya labor ha tenido especial relevancia durante la crisis sanitaria: trabajadores de las instituciones penitenciarias, Red de Servicio Civil en Cáceres ante el coronavirus (Red-Cor), Operativo Alpha, trabajadores esenciales, personal sanitario y sociosanitario, ayuntamientos, diputaciones provinciales de Cáceres y Badajoz, docentes, niños y personal de la residencia de mayores.

La enfermera Cristina Blasco, que estando ya jubilada, no dudó en reincorporarse al servicio activo para prestar atención sanitaria y cuidar a los enfermos, ha tomado la palabra en nombre de los galardonados. “Esta medalla no es para la Sanidad, es para la ciudadanía, desde el más pequeño hasta la más anciana, desde el anonimato, hasta el más alto cargo”, ha manifestado. “Esta medalla es para todas las personas que con más o menos síntomas han pasado y pasan por la enfermedad… A los que la superaron y a los que tristemente no pudieron. Es una medalla a las familias”, ha subrayado la sanitaria.

El director de la Universidad de Mayores, Florentino Blázquez, ha sido el encargado de pronunciar el discurso ciudadano, al que ha seguido una interpretación del aria Nessun dorma, de la ópera Turandot de Giacomo Puccini, a cargo del tenor Juan Carlos Martos acompañado al piano por Antonio Luis Suárez. Cabe destacar que en esta ocasión no ha intervenido el presidente del Gobierno regional, Guillermo Fernández Vara, con motivo del Día de Extremadura.