La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F) registra más de 7.000 firmas de trabajadores de la Administración regional para reivindicar la reducción de la jornada laboral a 35 horas semanales. En 2012 se modificó la normativa de 2001 que regulaba la jornada de trabajo de 35 horas a la semana y la aumentó hasta las 37,5.

El sindicato interpretó esa ampliación como una fórmula para "adelgazar" las administraciones públicas, ya que en estos años de crisis se han perdido en Extremadura 5.300 empleos públicos, destacó ayer el presidente del sindicato, Benito Román. Por otra parte, Román aseguró que desde la próxima semana comenzarán a trabajar para que en las administraciones locales también se recupere este derecho.