Tres madres de personas LGBT, vestidas de Reinas Magas de Oriente, y arropadas por miembros de la Comisión 19 de marzo, con banderas arcoiris, llevaron ayer carbón a la Asamblea y al presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, por «guardar en un cajón» el desarrollo de la Ley LGBTI, aprobada en 2015.

El colectivoregistró en la Cámara regional una carta en la que instan a aprobar el reglamento que desarrolle la Ley de igualdad social de lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, transgénero e intersexuales y de políticas públicas contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género en Extremadura. En la misiva se lamenta que esta histórica norma, aprobada por unanimidad el 19 de marzo de 2015, no tenga efectividad ni impacto en la vida real y que, salvo por la creación del Observatorio contra la Discriminación LGBTI, donde «hay más representantes de la Junta que activistas», se haya quedado en un mero «adorno» y «recurso de propaganda». La Reina Maga Emilia Martínez Torres subrayó ayer la necesidad de implementar esta ley para que sus hijos puedan andar libremente por la calle agarrados de la mano de la persona a la que aman y «no tener miedo porque alguien pueda agredirles». «Pedimos igualdad. Ellos no se meten con nadie, son como tú y como yo. Hay que entender la diversidad y el amor con letras mayúsculas, venga de donde venga y pertenezca a quien pertenezca», subrayó Martínez, para recalcar después: «Vive tu vida y deja vivir a los demás. Si quieres que te respeten, respeta». En este sentido, subrayó que las agresiones por homofobia, lesbofobia, bifobia o transfobia se siguen produciendo en la región, sin que haya un protocolo de actuación policial que rija la acción de los agentes cuando se producen estas denuncias. En la carta se recuerda el destrozo a los monumentos a la diversidad LGBT; las agresiones homófobas sufridas por varios jóvenes en Villanueva de la Serena y Don Benito, que fueron «archivadas»; o de la que fue víctima un chico trans en una discoteca en Mérida.

Las Reinas Magas leyeron la carta que le han hecho llegar sus hijos y amigos, quienes se han esforzado por «romper las losas culturales impuestas» y reclaman «ser felices», sin miedo a mostrarse tal y como son. Además, advierten que en las escuelas e institutos «todavía siguen educando con modelos heterosexuales y machistas que hacen que no se avance en el respeto y la tolerancia». Por ello, en su escrito, instan a desarrollar los protocolos en materia de educación, sanidad, cultura y seguridad al amparo de dicha ley.