Las ocho áreas de salud contarán con al menos un centro residencial de referencia, en el que se habilitarán zonas medicalizadas que permitan reforzar la atención sanitaria a los residentes. Este es uno de los aspectos más relevantes del nuevo modelo en el que trabaja la Junta, que contará con una inversión de unos dos millones hasta final de año.

El director gerente del Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (Sepad), José Vicente Granado, ha detallado que los 324 centros residenciales de la región se van a dividir en tres categorías, similar a las estrellas de los hoteles: básicos, óptimos y excelentes. Los ‘excelentes’ serán centros de referencia y contarán con una unidad que se puede considerar un híbrido entre un centro residencial y un hospital; los ‘óptimos’ tendrán una mayor dotación de enfermeros, mientras que los ‘básicos’ prestarán servicios en el entorno como de acompañamiento, lavandería o catering.

En concreto, el nuevo modelo se basa en cuatro puntos: un protocolo de prevención de cara a posibles brotes; definición de la cartera de servicios residenciales; nueva gestión con mayor dimensión sanitaria; y un sistema de información coordinado entre el ámbito sanitario y sociosanitario.

Este modelo necesitará un buen departamento de calidad, más recursos humanos y materiales y un reforzamiento de las labores de inspección para autorizar y supervisar la apertura. Granado afirmó que el fin es que los mayores no tengan que ingresar en un centro.

Cabe señalar que a partir de mañana, con la fase 3, se aumentará el número de días en los que se permiten las visitas de familiares, que ahora es uno, y se incrementará progresivamente.