El anuncio levantó mucha expectación, sobre todo entre los padres, pero una vez visto el resultado no se ha oído una voz más alta que otra. Las aulas modulares, o prefabricadas, ya están aquí. Dos de los tres cursos de infantil con los que cuenta el colegio público Octavio Augusto de Mérida han estrenado estas novedosas instalaciones que tienen la función de, por un lado, dar una respuesta rápida a las necesidades de escolarización en los colegios en los que aumenta la demanda de alumnos y, por otro, desterrar de la memoria los barracones utilizados tiempo atrás.

Próximamente llegará el turno para el CEIP San Roque de Almendralejo y para Enrique Segura Covarsí, de Badajoz. En el caso de Mérida, la estructura alberga dos aulas diferenciadas, en cada cual dan sus primeros pasos en la enseñanza 25 pequeños alumnos de Educación Infantil.

Lejos de las imágenes del pasado, las modulares cuentan con lo mismo que un aula tradicional. A simple vista la única pista que tiene quien lo ve desde fuera del colegio es que se encuentra separado del resto del edificio, pero se mantienen las formas arquitectónicas e incluso el color de las paredes coincide en una y otra estructura. Por dentro, paredes, mesas, sillas, la pizarra, juegos... En definitiva, lo mismo que en cualquier otra clase. Además a esta no le falta ni la calefacción ni el aire acondicionado, y un servicio para los pequeños contiguo al aula, separados por un muro y un cristal, que permite al maestro observar al mismo tiempo lo que ocurre a uno y otro lado.

CONSTRUCCION FIJA La secretaria general de la consejería de Educación, Elisa Cortés, se desplazó a este colegio emeritense para mostrar a los extremeños que estas aulas cumplen con todos los requisitos necesarios para que los alumnos que estudian en ellas no puedan considerarse distintos al resto. "El resultado es perfecto, una construcción fija como el resto del colegio, que cumple todos los requisitos técnicos exigidos por la normativa", comentó.

Pero la verdadera cualidad de estas instalaciones es la rapidez con la que se construyen. Un mes ha tardado la obra. La razón por la que se reduce hasta la mitad el plazo de ejecución de las instalaciones es porque se puede prefabricar el edificio al mismo tiempo que se realizan los trabajos de cimentación y de obra civil en el entorno.

El director del centro, Antonio Carretero, certificó el buen acogimiento que la solución ha tenido tanto entre los profesores del centro como en los padres de los alumnos. Aunque reconoció la "expectación" generada en el colegio al conocer la propuesta de la Consejería de Educación, señaló que la respuesta, una vez visto el resultado, ha sido "mayoritariamente satisfactoria, por todos, porque creo que reunen unas condiciones sinceramente mucho más favorable que las que hemos tenido en ocasiones anteriores".

Según el director del colegio, las aulas del edificio principal son algo más amplias que las nuevas, aunque son los suficientemente espaciosas para desarrollar las clases de infantil con total normalidad.