La procesión del Resucitado pusó ayer el punto final a la Semana Santa hervasense. Las imágenes procesionaron a media mañana por las calles del pueblo. La Madre del Amor Hermoso fue al encuentro de su hijo el Santísimo Cristo de la Victoria a la plaza de San Antón, donde se concelebró una Misa de Campaña. Una vez finalizado el acto eucarístico las dos tallas procesionaron por el centro del pueblo hasta regresar a la iglesia de Santa María. M. M. C.