La Semana Santa del 2015 fue la del crecimiento y la del 2016 se prevé en la región como la de la consolidación en cuanto al número de visitantes, y lo que más valoran en el sector: el gasto medio por persona, que alcanzó los 133 euros en 2015 y se espera incrementar por primera vez en años. Esta fecha es la que tradicionalmente se considera que abre en la región una temporada turística que después se prolonga hasta el otoño y la climatología es el elemento que marca la diferencia entre un buen inicio de temporada o una semana en blanco.

El sector mira al cielo con el anhelo de que el sol protagonice esta semana, especialmente en las jornadas entre el Jueves Santo y el Domingo de Resurrección, los que agotan tradicionalmente las plazas turísticas en Extremadura. Así pasó en el 2015 con una Semana Santa en abril con temperaturas primaverales con las que la región firmó su mejor temporada en años gracias a más de 57.735 viajeros y 125.000 pernoctaciones en la región y un grado de ocupación medio en Extremadura del 60%, con picos que rozaban el 100% en los principales focos turísticos de la región ya sea por su riqueza patrimonial, su Semana Santa o su atractivo natural.

Cáceres, Mérida, Plasencia, Trujillo y Hervás fueron, por este orden, los principales destinos en la Semana Santa de 2015; el Parque Nacional de Monfragüe y la reserva de la Garganta de los Infiernos, los destinos naturales más visitados, y las comarcas del Jerte y el Ambroz las zonas turísticas con mayor afluencia.

Destinos

El 93,5% de viajeros que pasaron por la región en 2015 eran Españoles y de ellos un 28% de Madrid, la región de la que se nutre principalmente el sector turístico extremeño, según los datos del Observatorio Turístico de Extremadura.

El visitante internacional supone un 6,5% y entre las nacionalidades, alemanes, ingleses y portugueses son las que mayoritariamente visitan la región. En todo caso, en el sector turístico reconocen que atraer al visitante internacional continúa siendo una asignatura pendiente. Viajes en familias o grupos de amigos suponen el principal motivo de visita de la región, especialmente en la franja de edad de los 30-50 años, la que mayor presencia tiene entre los turistas que eligen Extremadura como destino. El gasto medio por persona el año pasado fue de 133,6 euros, principalmente en alojamiento y comidas.