El rey Juan Carlos presidió ayer el único acto que no se ha suspendido de la conmemoración del 50 aniversario de la Base Aérea de Talavera la Real, y realizó una visita a sus instalaciones, donde se interesó por la renovación de la flota de F-5 e inauguró el Museo del Aire y el monumento de un F-5 monoplaza, descubriendo una placa conmemorativa del cincuentenario.

La jefatura de la base decidió suspender los actos conmemorativos del 50 aniversario de su creación, en 1953, debido al accidente del pasado 30 de abril, en el que murió el piloto instructor capitán Manuel Rivera, de 34 años, cuando entrenaba para una exhibición acrobática prevista para la citada conmemoración.

Juan Carlos I aterrizó en un helicóptero Súper Puma a las 11.05 de la mañana, tras el ministro de Defensa, Federico Trillo, que llegó en avión y se unió a las autoridades presentes para recibir al Rey: los presidentes de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, y de la Asamblea, Manuel Veiga; el alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán; el delegado del Gobierno, Oscar Baselga, y los jefes del Estado Mayor del Aire, del Mando Aéreo del Estrecho y el de la Unidad, Luis Miguel Llanos. También estaba todo el personal de la base.

RECEPCION Y HONORES

Tras el Himno Nacional y el pase de revista, el Rey, que vestía uniforme del Ejército del Aire, inició un recorrido por diversas dependencias, como el primer simulador de vuelo con caza F-5 que hay en España, fabricado por Indra, instalado la semana pasada y que, según el director técnico del programa, Antonio de las Heras, comenzará a funcionar en junio o julio.

Una vez visitó la Academia de pilotos y se hizo una foto con sus profesores y alumnos, el monarca, acompañado por el coronel de la base, se dirigió al taller de motores y a una exposición de los aviones utilizados en la base desde su creación: el T-33 Shooting Star (E-15) en 1954, el F-86 Sabre en 1958; y el Northrop F-5B en 1970, que adoptó El Ala 23 (Unidad de Instrucción de Caza y Ataque), denominación actual de la antigua Escuela de Reactores, que cuenta con 21 F-5B, de los que cuatro ya han sido modernizados por CASA, como lo serán los demás en el futuro.

Tanto el Rey, primero, como luego el presidente de la Junta y el ministro de Defensa, se pararon ante uno de los cazas renovados, para recibir las explicaciones del coronel jefe de la base, al ser uno de los cuatro que ya han sido "refabricados", como llaman en la base a estos aviones en proceso de modernización, de los que en julio del 2002 se recibieron los dos primeros en la Unidad, procedentes de Getafe.

La renovación de la flota "supone para la enseñanza un salto cualitativo de considerables dimensiones, refrendado aún más con la inminente inauguración del simulador de vuelo fabricado por Indra", según fuentes de la Unidad.

Asimismo, desde la exposición estática de los aviones, el Rey descubrió una placa conmemorativa del cincuentenario junto a un F-5 convertido en monumento, como lo fueron en su día los aviones que le precedieron, junto al edificio de la jefatura de la base, y tras ver una exhibición aérea de una escuadrilla de cazas, inauguró el Museo del Aire, que contiene 224 elementos que el visitante puede ver.

LA BASE

El Ala 23 tiene su sede en la Base Aérea de Talavera la Real, Badajoz, perteneciente al al Mando Aéreo del Estrecho y cuenta con 740 personas, entre ellas: 48 oficiales, 191 suboficiales, 344 miembros de tropa, y 10 funcionarios y 147 laborales civiles.

En este medio siglo, el centro de enseñanza ha realizado 169 cursos, en los que han participado unos 2.000 alumnos nacionales y extranjeros, con unas 300.000 horas de vuelo, de las cuales, 125.000 son de F-5, con indica una placa.

El Ala 23 tiene una doble función: docente y operativa, al participar en ejercicios y de apoyo a otras unidades. Cada año, una media de 15 alféreces de la Academia General del Aire reciben instrucción para luego ser componentes de los escuadrones de EF-18, Mirage F-1 y próximamente, de EF-2000 Eurofighter.

OCHO VISITAS REALES

La primera visita real fue una escala de los Reyes en su vista a Extremadura en 1977; en 1979, una visita de ambos por el XXV aniversario de la Escuela; en 1988, la del Príncipe de Asturias como alumno; en 1990, Los Reyes y el Príncipe, por el Día de las Fuerzas Armadas, y dos más en 1992, de la infanta Cristina y de los Reyes en otra visita a Extremadura.