Melchor, Gaspar y Baltasar no temieron a la lluvia y no decepcionaron a los niños extremeños que disfrutaron de las cabalgatas de Reyes Magos bajo la tan desea y necesitada agua.

En Cáceres ya lo advirtió la alcaldesa, Elena Nevado, las inclemencias meteorológicas no dejarían a los más pequeños sin su tarde-noche de ilusión. Así, las doce carrozas que escotaban la comitiva de sus majestades partieron del Sepei y recorrieron las vías principales de la ciudad bajo la absorta mirada de los pequeños y la lluvia, intensa en algunos momentos del recorrido.

En Badajoz, la meteorología tampoco disuadió a los magos de no acudir a su cita anual con los niños. Sobre las 17.00 horas, la comitiva descendió de un tren y, tras la recepción oficial, las 13 carrozas y los más de 400 participantes iniciaron el periplo por las calles de Badajoz.

En Plasencia, seis carrozas escoltaron a sus majestades que, como novedad, este año contaban con un intérprete de lengua de signos para que el mensaje llegara a todos.

Pero no en toda Extremadura la valentía de los Reyes Magos primó. En Villanueva de la Vera, los organizadores de la cabalgata optaron por suspenderla y sus majestades instalaron sus tronos en el polideportivo para recibir a los chavales.

Y hasta en ocho localidades extremeñas optaron por anticipar los desfiles al día 4 como fue el caso de Mérida o Almendralejo, donde no se rompió la magia del acontecimiento, aunque un día antes.