El riesgo por inundaciones ante la crecida del río Guadiana se centra ahora en la ciudad de Badajoz donde se pueden producir pequeños desbordamientos que afectarían a pequeñas construcciones agrícolas e industriales, según anuncia el director general de Interior de la Junta extremeña, Saturnino Corchero.

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El Centro de Cooperación Operativa Integrado del Gobierno de Extremadura se ha reunido hoy en el Centro de Urgencias y Emergencias 112 de Extremadura para analizar la situación hidrológica y meteorológica de la comunidad.

El nivel que el CECOPI da a la situación actual de emergencia continúa establecido en nivel 2.

Corchero explica que la zona más "preocupante", en estos momentos, es Badajoz y la zona del río Caya, que coincide con la frontera con Portugal.

En la actualidad, hay una familia de ocho personas en el Rincón de Caya, en Badajoz, que aún no han sido rescatadas por los efectivos de urgencias y emergencias desplazados a la zona, aunque los responsables de los grupos de intervención han conseguido un compromiso por parte de los afectados de atender a la solicitud de evacuación dada, si la situación de peligro empeorase durante esta tarde.

Ante el aumento del caudal del Guadiana a su paso por Badajoz se podría producir pequeños desbordamientos, por lo que el operativo especial está controlando toda esta zona.

Respecto a la situación en Barbaño -que esta tarde visitará el presidente de la Junta, José Antonio Monago-, donde más de 600 vecinos han sido evacuados, Corchero asegura que aún no se sabe cuándo podrán regresar a sus viviendas, aunque explica que han podido regresar durante un breve espacio de tiempo para recoger algunas pertenencias.

En Balboa, donde se ha establecido un dispositivo de seguridad ante una posible evacuación, Corchero indica que el riesgo se ha reducido y, de momento, no será necesario trasladar a ninguna persona.

El director general de Interior del Ejecutivo extremeño defiende la coordinación de todas las administraciones y fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado, y asegura que "siempre ha existido una extraordinaria prevención y previsión" de lo que podía ocurrir.

"Ha habido reuniones desde la semana pasada. Se activó de forma preventiva la pre-emergencia desde hace días y hemos intentado atender todas las emergencias", dice Corchero, quien, por otra parte, explica que el corte de un carril la A-5 a su paso por Lobón se va a mantener porque es lo "aconsejable".

Por su parte, el consejero de Administración Pública, Pedro Tomás Nevado-Batalla, defiende la labor de gestión del Gobierno de Extremadura ante las inundaciones y asegura que se han puesto en marcha todos los medios.

En cuanto a las críticas que está recibiendo la Confederación Hidrográfica del Guadiana por los desembalses realizados, Nevado-Batalla sostiene que la CHG -que no depende de la Junta- ha actuado a su "buen entender y tratando de hacerlo de forma proporcional y pausada para intentar causar el menor impacto posible".

"Pero hay variables que se escapan y no se pueden atender", añade el consejero, quien opina que es la CHG la que tiene que acometer las obras necesarias para que este tipo de inundaciones no se vuelvan a repetir.