La borrasca ‘Elsa’ está haciendo estragos en la región, desbordando ríos en el norte de Cáceres y azotando con vientos que han llegado a los 120 kilómetros por hora.

En cuanto a la lluvia, hasta las 20.00 horas habían caído 102,6 litros por metro cuadrado en Madrigal de la Vera, lo que sitúa a esta localidad como la quinta más lluviosa de todo el país; y a Garganta la Olla, con 87,2 litros, como la novena.

Debido a la abundante agua caída ayer y en los días precedentes, el río Jerte se desbordó en algunos tramos. En Navaconcejo se inundó la conocida como calle de los bares y en la Garganta de los Infiernos, la zona de Los Pilones presentaba un aspecto desconocido, con las pozetas inundadas y el agua saltando por encima del puente de madera que une las zonas de este bello paraje.

También acumularon mucha agua Piornal (70 litros), Guadalupe (51) o Monesterio (48).

Desde la Confederación Hidrográfica del Tajo alertaron que existe un aumento de caudal considerable en algunos ríos de esa cuenca: Árrago, Alagón y Tiétar, además del Jerte, por lo que reclamaban precaución por el peligro que corrían las poblaciones de esas zonas ante la posibilidad del desborde de los ríos.

Inundaciones en Navaconcejo / EL PERIÓDICO

En cuanto al viento, las rachas más fuertes se registraron en Valencia de Alcántara (119 kms/h), Jerez de los Caballeros, (100); y Cáceres capital (93).

A consecuencia del temporal, equipos de Protección Civil y de los parques de bomberos tuvieron que realizar decenas de salidas debido a la caída de árboles, ramas, señales, antenas y parte de cornisas.

También fue dificultoso el tráfico debido a las numerosas balsas de agua en calles y carreteras de la comunidad, con algunos percances en vehículos.

Por precaución, varios ayuntamientos, entre ellos Cáceres y Plasencia, cerraron los parques y las zonas con mucha vegetación ante el peligro de que las fuertes rachas de viento causaron daños entre los viandantes.

La Consejería de Desarrollo Rural tuvo ayer activado el Plan Territorial de Protección Civil y movilizados todos los efectivos para auxiliar a la población en caso de que fuera necesario.

La bola de iluminación navideña de la Plaza España de Mérida, caída por el viento / EL PERIÓDICO