La trama de los atentados del 11-M también ha llegado a Extremadura. Una información publicada ayer por el diario El Mundo levantó un revuelo político en la región que incluso obligó al presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, a dar explicaciones a pesar de que estar de baja por enfermedad. La noticia implicaba al dirigente autonómico con Rafael Vera, exsecretario de Estado de Seguridad, a quien habría cedido un despacho cerca de Mérida para realizar gestiones tras el 11-M.

Ibarra calificó de "radicalmente falso" este asunto, por lo que hoy pedirá amparo y protección al fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido. Desde las filas del PP, Carlos Floriano, y el secretario general del mismo, Angel Acebes, pidieron ayer su dimisión si lo publicado es cierto, y anunciaron iniciativas parlamentarias en el Congreso y la Asamblea para aclarar lo sucedido.

Ibarra negó tajantemente la noticia de El Mundo , según la cual Rafael Vera informó al PSOE de que el 13-M habría detenciones de islamistas y que el presidente extremeño le proporcionó un despacho cerca de Mérida "para realizar sus gestiones con ciertas garantías", porque sospechaba que su teléfono podía estar controlado por la Policía.

A tenor de las afirmaciones del rotativo madrileño, Ibarra aseguró sentirse un "ciudadano indefenso" ante las informaciones que publica el diario que dirige Pedro J. Ramírez, al que tachó de "sinvergüenza e inmoral", secundado, dijo, por "el otro sinvergüenza de la Cope", en alusión a Jiménez Losantos.

Nada más conocer lo publicado por El Mundo , el presidente de la Junta se puso en contacto con Conde-Pumpido para pedirle amparo y que le proteja de esas acusaciones. Aún así, señaló no tener "ninguna confianza" en lo que pueda hacer el fiscal general del Estado, que le ha "decepcionado", porque "me invita a dejarlo porque estas cosas no van a ningún sitio, pero no lo voy a dejar". Es más, anunció que presentará una "querella" contra ese periódico. "Estoy asqueado", reiteró, ya que "Pedro J. Ramírez se puede bañar en su piscina de agua clara y yo me tengo que lavar en la mierda que este señor quiere lanzarme".

Para el presidente de la Junta todo es una cuestión personal, y "un invento" para intentar "enturbiar todo, de enmarañar el proceso del 11-M", del que él es "una pieza más para ir contra este Gobierno".

Duras críticas

Sin embargo, el asunto no se ha visto así en las filas de la oposición en Extremadura, de quien --según han señalado fuentes cercanas al presidente extremeño-- Ibarra esperó una llamada antes de verter sus críticas y creer la información publicada.

Floriano vertió serias críticas al mandatario socialista y acusó a Ibarra de haber "jugado" con el honor de la Junta y de intentar sacar rédito electoral del atentado. "Si esto es cierto, a Ibarra no le queda otra salida que presentar su dimisión, o por ilegal o por desleal al Gobierno legítimamente constituido". A este respecto, Ibarra instó a Floriano a "que me ponga una moción de censura si tiene lo que tienen que tener los que hablan como él". El que sí le ha mostrado su apoyo es el PSOE extremeño, cuyo presidente, Federico Suárez, cree "lamentable" la actitud del PP en Extremadura.