Pocas palabras gozan del don de encender acaloradas charlas de sobremesa o de barra de bar con solo pronunciarlas. Rotonda es una de ellas. ¡Ro-ton-da! Tres sílabas. Siete letras capaces de generar todo tipo de elucubraciones que siempre encuentran un elemento nuevo al que agarrarse. Ahí va el último: la Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra) envió en julio una carta a la Dirección General de Tráfico (DGT) pidiendo una campaña de concienciación y reciclaje porque considera que los conductores circulan fatal por las glorietas. Argumento que se añade al recurrente discurso de muchos automovilistas que acusan a las administraciones de sembrar las carreteras de roscos sin analizar la idoneidad de algunos de ellos. En la parte positiva, y en eso hay quórum, su efectividad a la hora de reducir accidentes y la mejora en la fluidez del tráfico en muchos tramos.

"Es un tema que estamos sufriendo todos los conductores y a diario los examinadores de tráfico", alerta el vicepresidente de Asextra, Hermenegildo Delgado. Este examinador de tráfico, que lleva cuarenta años decidiendo quién merece el carnet, reconoce que ocurren accidentes en las glorietas todos los días. Solo en lo que va de año, en la ciudad de Cáceres se han registrado 64. "Mucha gente sabe lo que tiene que hacer pero no lo hacen. Unas veces por las prisas y otras porque son conductores veteranos que cuando se sacaron la licencia no existían las glorietas y no saben circular por ellas".

Según Delgado, la causa más frecuente de las colisiones en glorietas es el cambio brusco de dirección: "Cualquiera va circulando por el carril exterior sin pretender abandonar la glorieta, pero puede aparecer alguien por el carril central que quiere salir y corta la trayectoria del que va por el carril derecho que tiene preferencia".

Aun así, Delgado afirma que las rotondas existen como medida de seguridad y fluidez. "La intersección con semáforo resulta más segura pero menos fluida; las glorietas permiten una mayor fluidez y comodidad en el tráfico, ya que no tienes que esperar, cuando no hay nadie en la calle, a que el semáforo se ponga en verde".