Bodegas Ruiz Torres tiene previsto invertir 7,2 millones de euros (1.200 millones de pesetas) en unas nuevas instalaciones para elaborar y almacenar los vinos en Cañamero. Las obras ya han comenzado y se prevé que concluyan entre el verano y la vendimia del 2004, según ha informado a EL PERIODICO EXTREMADURA Antonio Ruiz Torres, perteneciente a la tercera generación de esta empresa familiar extremeña fundada en 1870.

El proyecto de la nueva bodega ha sido diseñado por un arquitecto francés e incorpora la más moderna tecnología al proceso vitivinícola. El enclave elegido por Antonio Ruiz Torres se encuentra a unos 10 kilómetros de Cañamero en dirección a Guadalupe, en el mismo alto de Puertollano. El lugar es fácilmente reconocible porque ya se encuentra instalada una grúa fija y está hecha una explanada desde la que se divisa el valle de la Cierva.

Ruiz Torres, con una producción anual que ronda los tres millones de botellas, es una de las bodegas más importantes de la región. Elabora vinos tintos, blancos y rosados de las marcas Trampal y Felipe Ruiz, entre otras. La nueva construcción, de 10.000 metros cuadrados, permitirá sacar del casco urbano de Cañamero las actuales instalaciones y ubicar la planta de elaboración del vino a pocos metros de la finca de 80 hectáreas de cepa de la que se nutre.

Aparte de las naves de elaboración y almacenaje del vino, el proyecto incluye la construcción de un museo, un área de atención al público y un ala dedicada a la celebración de eventos sociales dentro de la bodega. El propósito de Ruiz Torres es aprovechar el tirón turístico que genera en la actualidad el mundo del vino.

El empresario, que posee además un hotel en el pueblo, tiene suscrito acuerdo plurianual con importadores chinos para introducir los vinos de su bodega en el país asiático. También ha cerrado recientemente un pacto con un hostelero catalán que ha comprado 23.000 botellas de Ruiz Torres de distintas variedades.

MAS CALIDAD QUE CANTIDAD

Antonio Ruiz Torres recuerda que no hace muchos años las bodegas elaboraban una media de 8 millones de botellas por campaña, cantidad que ha reducido hasta tres ya que el mercado pide más caldos de calidad.

El vino es uno de los productos más exportados por las empresas extremeñas. Entre enero y octubre del 2002, las bodegas de la comunidad enviaron caldos al exterior por valor de 18,8 millones de euros (3.128 millones de pesetas), según datos del Consejo Superior de Cámaras de Comercio. Los destinos principales son Centroeuropa y Portugal, entre otros muchos mercados.