Fin al Carnaval cacereño con poquísimo público en el entierro de la sardina en la ciudad monumental, donde ayer se celebró la entrega de premios a los grupos participantes en la fiesta que, un año más, ha gozado de escasa acogida entre los ciudadanos.

La asociación cultural el Jaleo y Sabor Mangurrino volvieron a encabezar la clasificación por número de premios. Según informó la concejalía de Festejos, la mejor murga del concurso celebrado el pasado viernes en el Auditorio fue el Jaleo, seguida por los Lechuginos del Huerto y los Pinwüinos de Adarve. En comparsas, el primer premio recayó en Chirigotagorichi. A continuación se situaron Sabor Mangurrino, los Retoños, Foro de Carnaval y los Argonautas.

En cuanto a los premios del desfile, hubo cuatro galardones en la categoría individual para la Reina del Fuego, la Pastorcita con Borrego, Tamagochi y Bufón de la Corte. Por parejas, los mejores fueron los Amigos de Adarve, Patito Feo y Campesinos. En vehículos, y por este orden, ganaron Galeón Pirata, Coche de Bomberos y Abeja Feliz, además de un áccesit para Ayatolá. Por grupos, recibieron premios Sabor Mangurrino, el Jaleo, Fuego de Carnaval, Pinwüinos de Adarve y los Argonautas, En el apartado de animación se repitió esta misma clasificación.

RESUMEN El balance del Carnaval permite sacar algunas conclusiones claras. Lo mejor, la Fiesta del Febrero, que es un valor seguro por la magnífica acogida que ha tenido de nuevo este año y la gran participación infantil. También hay que destacar la masiva afluencia al Lunes Medieval que, con el reclamo de los 700 kilos de roscas y 500 botellas de licor que se repartieron, llenó de público --la mayoría sin disfrazar-- la plaza de Santa María.

Lo peor, sin duda alguna, el desfile del sábado. Escaso, sin colorido y con menos de 200 participantes, en una demostración de que esta fórmula no funciona. La edición del 2007 en Cáceres puso en evidencia de nuevo la decadencia que vive la fiesta, que se mantiene gracias a la aportación municipal de 60.000 euros para el programa y a la ilusión y el trabajo de organismos como la Universidad Popular o la federación del Carnaval.