Hay vida laboral para los estudiantes de Letras al margen de una oposición. Ese es el mensaje que el decano de Filosofía y Letras de Cáceres, Luis Merino, pretende inculcar primero a los alumnos de este centro universitario y después a la sociedad con la celebración de una Semana del Empleo que comienza mañana. "Es un primer paso porque hace falta crear un puente entre el mercado laboral y la universidad", dice el representante de esta facultad. Aunque reconoce las bondades que supone tener un puesto seguro --"hoy por hoy todos quieren tener garantizado el sueldo de por vida y de hecho esta facultad ha alimentado la demanda de docentes de secundaria"-- advierte que no todos aprueban una oposición o les gusta la enseñanza.

Cambiar la perspectiva y hacer negocio con la cultura es una interesante opción. Por ejemplo, los estudiantes de idiomas no solo pueden enseñar la lengua que dominan, sino que también pueden trabajar como traductores o en empresas que tengan relaciones con otros países. "En Extremadura hay muchas empresas que quieren abrir mercado en Portugal y necesitan gente que hable esa lengua", dice Merino.

Además del sector museístico, los especialistas en Arte también pueden montar empresas dedicadas al turismo cultural o trabajar como técnicos culturales. En este sentido, el decano de Filosofía y Letras indica que no solo los especialistas en Letras deben tener iniciativa para explotar todas las posibilidades de su formación, también las administraciones y empresas privadas tendrían que darse cuenta del potencial que ahora se está desaprovechando. Certámenes literarios, de teatro y un buen número de actividades culturales ganarían mucho en calidad si los organizadores fueran especialistas. "Hay una visión altruista de la cultura y como no cuesta nada prevalece la idea de que vale poco. Esta visión es la que tenemos que cambiar", concluye Merino.