Cuatro de cada diez euros de los más de 2.170 millones que Extremadura recibe como financiación autonómica se destinan a sufragar los gastos de la sanidad extremeña. En el año 2002, el primero de vigencia con las competencias transferidas a la Junta de Extremadura, la Administración regional recibió un montante de 852 millones de euros para afrontar el coste de la asistencia sanitaria.

El nuevo modelo de financiación, del que se acaban de hacer públicas sus cifras definitivas, es el primero en el que se unifica la financiación general y sanitaria. Sin embargo. el aumento de la factura de la actividad sanitaria ha llevado a las comunidades autónomas a mostrar su preocupación con el diseño actual y plantean un pacto por la sanidad para garantizar la viabilidad del sistema de prestaciones difícilmente sostenible.

El sistema establece, a través de complejas reglas, la cantidad global que corresponde a cada comunidad autónoma para concretar su financiación general. La cuantía sale de la suma de distintos recursos como los tributos cedidos y tasas, porcentajes del IRPF, IVA, Impuestos Especiales y un Fondo de Suficiencia que actúa como "mecanismo de cierre" para completar las necesidades financieras de cada región, informa Efe.

POSTURA EXTREMEÑA En el caso de Extremadura, el Gobierno regional se decanta por un nuevo modelo de financiación autonómica que pueda negociarse conjuntamente con el presupuesto para la sanidad. La aplicación de un modelo de copago, la aplicación del céntimo sanitario gravando a los carburantes o el aumento de los impuestos al alcohol y el tabaco, son algunas posibilidades que manejan algunas autonomías para recaudar más dinero.

El Gobierno extremeño no ve viable ninguna de estas alternativas. El consejero de Sanidad y Consumo de la Junta, Guillermo Fernández Vara, ya señaló que el copago no está contemplado dentro del programa electoral socialista, mientras que la consejera portavoz, Lola Pallero, aseguró en una reciente entrevista con EL PERIODICO que "la Junta no contempla gravar a los carburantes para financiar la sanidad extremeña".

DEBATE ABIERTO La idea de aplicación de un pacto nacional sobre la sanidad, al estilo del Pacto de Toledo para las pensiones, también ha sido sugerido en Extremadura. Para la oposición en el Parlamento regional, el actual modelo sanitario extremeño es mejorable.

El PP ha pedido a PSOE e IU un pacto para que el sistema público no sea "de segunda" respecto a otras autonomías al denunciar que las listas de espera en la región están "desbordadas" y acusar al Servicio Extremeño de Salud (SES) de decir "verdades a medias". La Junta califica la propuesta de "altanera, prepotente y sin más argumento que la descalificación" y acusa a los populares de "faltar a la verdad sin rubor".