Chips informáticos de última generación para intentar reducir la factura farmacéutica de la región, disparada desde hace más de un año. La consejera de Sanidad, María Jesús Mejuto, confirmó ayer que todos los extremeños dispondrán de tarjeta sanitaria con chip antes de final de año --ya hay repartidas 295.000-- para evitar los usos fraudulentos de la receta electrónica y ayudar así a frenar el gasto en fármacos.

Un gasto que solo en el pasado mes de abril ascendió a 32,8 millones de euros --un 6,8% más que en abril del 2009-- correspondientes a 2,3 millones de recetas emitidas --un 6,7% más que en el mismo periodo del año anterior--. Pero esta no será la única medida que la consejería va a poner en marcha en este sentido.

Mejuto, después de reconocer "el desajuste de la factura farmacéutica de la región tras la implantación de la receta electrónica", también informó de la nueva campaña de concienciación que se va a poner en marcha por un uso razonable de los medicamentos. Bajo el lema Llévese solo lo que necesite. El uso racional de los medicamentos es la mejor receta , se intentará trasladar este problema a los usuarios del SES, a través de cuñas de radio, folletos informativos y una carta personalizada que la propia Mejuto enviará a unos 32.000 pacientes extremeños polimedicados, donde les explicará que el gasto farmacéutico "depende de todos y nos afecta a todos".

LA LLAVE DEL SISTEMA El director general de Planificación, Formación y Calidad, José María Vergeles, confirmó a este diario que "ya se han repartido 295.000 tarjetas con chip entre la población extremeña y que las 805.000 restantes estarán en manos de los usuarios antes de final de año y no dentro de tres como estaba previsto". De esta forma, se completa el sistema de receta electrónico y se sustituyen los actuales folios con códigos de barras --que pueden ser fotocopiados y dan pie a usos fraudulentos-- por los chips encriptados que funcionan como una llave personal e intransferible para abrir el mecanismo, haciéndolo más seguro.

Para su implantación, la Junta ha necesitado una inversión de 1.650.000 euros --cada una cuesta 1,50 euros--, "una importante cantidad que es necesaria para el sistema, porque permitirá ahorrar dinero y que el paciente solo se lleve de la farmacia los medicamentos que necesite". Según Vergeles, "tanto los centros de salud como las farmacias están preparadas para hacer frente a su uso", ya que, aclaró, solo están pendientes de una modificación de software y de que se complete la distribución de los lectores de tarjetas. Así, aseguró que "comenzarán a utilizarse en breve, aunque durante algún tiempo estarán conviviendo con las recetas actuales en papel".

La decisión de adelantar la distribución y la puesta en funcionamiento de las tarjetas sanitarias con chip ha sido muy bien acogida por los farmacéuticos, tal y como confirmó el presidente del Consejo de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Extremadura, Cecilio Venegas. "Hacemos una valoración muy positiva de la medida porque sin la tarjeta chip el sistema de receta electrónica está cojo", aseguró.