La región registró un total de 31 brotes de intoxicaciones por el consumo de alimentos durante el 2005 --con un total de 436 afectados--, según los datos facilitados por la Red de Vigilancia Epidemiológica.

El área de salud con más incidencia fue el de Cáceres, con el 25,8% de los casos, seguido por Badajoz (16,1%). El de Don Benito-Villanueva de la Serena no detectó ninguna incidencia de este tipo.

Según explican desde la Junta de Extremadura, se consideran brotes de intoxicación alimenticia la aparición de tres o más casos relacionados, siempre que se observe una relación directa con el consumo de un alimento o bebida común. En este sentido, los huevos fueron el vehículo de transmisión más común (16%), seguido de los crustáceos (9,6%), los postres, las cremas y los quesos (6,5%).

Entre los motivos más frecuentes están la contaminación, la manipulación o el enfriamiento inadecuado, aunque también influyó que estuviesen en estado crudo o recalentados. Asimismo, fueron habituales síntomas como la diarrea, el vómito, el dolor abdominal, las náuseas, la deshidratación y la fiebre.