El consejero de Sanidad, Guillermo Fernández Vara, afirmó ayer que el sistema sanitario extremeño "ni tiene ni tendrá" una deuda. Fernández Vara indicó que la supuesta deuda de este sistema, cifrada en 40 millones de euros, es en realidad un déficit en el presupuesto, centrado en el pago a proveedores, pero que no pone en riesgo la continuidad de la atención.

El consejero explicó ayer durante el pleno de la Asamblea que su objetivo es que la sanidad de la región acabe la legislatura (2007) "con suficiencia y garantías". Según apuntó, el mayor peligro para el sistema es que llegue a una situación que no pueda solucionarse porque se haya gastado irresponsablemente, "y si alguien llega a la conclusión de que es insostenible, enseguida se querría imponer el copago como solución". Además, achacó el déficit al envejecimiento de la población y al incremento en 55.000 tarjetas sanitarias.

Por otro lado, comentó que el 75% de los médicos de atención primaria pueden dedicar más de diez minutos a cada paciente, porque no cuentan con más de 500 tarjetas, aunque reconoció que hay otros tienen 1.800. Finalmente, adelantó que en la encuesta de satisfacción de los usuarios los extremeños califican con un notable a la sanidad regional, y el 60% opina que es buena o muy buena. H